Los escoltas que van a proteger a las mujeres maltratadas son expertos en terrorismo de ETA que han realizado un curso de especialización

El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) aprobó la semana pasada que los órganos judiciales, en casos excepcionales, puedan asignar escoltas de seguridad privada a las víctimas de la violencia de género. Estos profesionales serán, en la mayoría de los casos, especialistas en terrorismo etarra.

Las mujeres afectadas podrán disfrutar de protección personal si el juez así lo dictamina. Esta medida, aprobada hace unos días por la Comisión Permanente del CGPJ, supone la necesidad de formar a escoltas que puedan proteger a las mujeres maltratadas. En estos momentos unos 120 escoltas poseen en nuestro país la capacitación teórica y práctica necesaria para proteger a víctimas de la violencia de género.

Existen grandes diferencias entre los escoltas especializados en terrorismo y los que se van a dedicar a proteger a mujeres amenazadas por sus maridos. En este segundo caso, los profesionales establecen una mayor cercanía con el protegido, de forma que deben ser capaces de detectar su estado anímico para evitar, en casos extremos, el suicidio.

En este sentido, el escolta de mujeres maltratadas debe adelantarse al incidente. Por ejemplo, debe evitar situaciones comprometidas y no permitir, por ejemplo, que la mujer acuda a fiestas con amigos comunes del marido.

Otra situación de riesgo que corren estos agentes puede llegar en la relación con los hijos del matrimonio. El profesional de la seguridad es visto por los niños como una persona que está en contra del padre. Por tanto, estos especialistas deben evitar en la medida de los posible originar prejuicios psicológicos en los menores.

La mayoría de estos escoltas especializados en violencia de género son hombres. En este caso el problema, según expertos consultados por El Confidencial Digital, es que si una mujer protege a una mujer, el posible agresor podría tomarlo como una provocación y aumentar su agresividad.

Los cursos especializados en violencia de género para escoltas vienen organizándose desde hace unos años por la Asociación Española de Escoltas (ASES). Esta organización viene impartiendo una formación específica en la que se insiste en que el protector debe mantener un contacto constante con la Policía para denunciar un posible acercamiento del agresor a la víctima.

 

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