Moncloa ordena tras el atentado estrechar la ‘cápsula de seguridad’ que rodea a Sánchez

Los escoltas decidirán cómo se desplegará la protección especial durante la campaña de las elecciones europeas y no quedará a la voluntad del presidente

Pedro Sánchez visita la Feria de Abril de Barcelona (Foto: Kike Rincón / Europa Press).
Pedro Sánchez visita la Feria de Abril de Barcelona (Foto: Kike Rincón / Europa Press).
Un escolta le abre la puerta del coche a Pedro Sánchez.
Un escolta le abre la puerta del coche a Pedro Sánchez.

El atentado contra el primer ministro eslovaco, Robert Fico, ha generado una oleada de respuestas, mensajes de condena y preocupación en toda la Unión Europea. El departamento de Seguridad de Moncloa ha revisado el operativo policial que protegerá a Pedro Sánchez durante la campaña electoral para las elecciones europeas.

Las principales alarmas en Bruselas y el resto de capitales se centran en un posible efecto contagio, imitación y el impacto de la desinformación y la crispación. Se teme especialmente que el intento de asesinato de Fico, más que un hecho aislado, pueda ser el punto de partida de una cascada incontrolable.

Los líderes de todo el continente están sumamente preocupados por el clima de crispación, descontento y violencia que ha llevado a agresiones y amenazas en diferentes países y ahora a un intento de magnicidio del que se apunta a motivaciones políticas.

En menos de un mes se celebran elecciones europeas y los factores que empiezan a darle forma son exógenos, más allá del porcentaje de participación, el auge de la ultraderecha, las posibles minorías de bloqueo o la ruptura de las alianzas tradicionales.

Estrechar la ‘cápsula de seguridad’

Tras el atentado en Bratislava, según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes con acceso a La Moncloa, el Departamento de Seguridad de Presidencia del Gobierno ha decidido estrechar la ‘cápsula de seguridad’ que rodea a Pedro Sánchez.

De esta manera, los escoltas decidirán cómo se desplegará la protección especial durante la campaña de las europeas y no quedará a la voluntad del presidente a pesar de que –insisten- “no existen amenazas reales” en estos momentos.

El deseo del propio Sánchez es no tomar medidas excepcionales por lo ocurrido el pasado miércoles. Hasta ahora, el jefe del Ejecutivo ha tenido potestad para decidir abrir el cordón de seguridad y permitir a los ciudadanos que estén más cerca de él. Algo que es habitual, afirman, durante los actos en la calle durante las campañas electorales.

A una distancia inferior a 5 metros

Sin embargo, según las fuentes consultadas por ECD, la orden ahora es que los escoltas que protegen a Sánchez se sitúen en todo momento a una distancia inferior a 5 metros.

A esa distancia, detallan, pueden observar atentamente las manos de todas las personas que están al lado del presidente. Si alguno lleva algún objeto, no puede acercarse. Y lo mismo si saca algo del bolsillo. Este protocolo de actuación dificulta que pueda ser herido con un arma blanca o un arma de fuego, como ha ocurrido con el primer ministro eslovaco.

 

Se tiene en cuenta además que, en situaciones en las que se abre la denominada ‘cápsula de seguridad’ del presidente –a petición a veces de sus asesores-, es mucho más complicado identificar a un posible agresor.

Un ‘book’ con potenciales agresores

Fuentes de la Seguridad del Estado consultadas por ECD explican que los equipos de protección del presidente del Gobierno mantienen un ‘briefing’ de trabajo previo a la visita de Pedro Sánchez a cualquier ciudad.

En esa reunión, en la que participan representantes de Fuerzas de Seguridad del Estado locales –Guardia Civil, Policía Nacional, Policía Local- se pone sobre la mesa toda la información que se tiene sobre posibles amenazas.

Y entre las herramientas que se manejan se encuentra un álbum fotográfico -“de unas 50 imágenes”- en el que figuran potenciales agresores o personas que en un momento dado pueden provocar un problema de seguridad.

En esas listas, explican, se encuentran “fichadas” personas de tendencias políticas extremas o que hayan mostrado conductas violentas contra dirigentes políticos.

Atentos a la estética, la actitud…

Además de contar con fotografías de potenciales agresores, los escoltas realizan un análisis en tiempo real de las personas que rodean al VIP al que protegen. Se fijan en multitud de detalles para prevenir un problema de seguridad.

Por ejemplo, se revisa la estética para determinar si puede pertenecer a alguna tribu urbana o tendencia política extrema, su vestimenta en busca de algún distintivo grupal, la forma en que mira o se acerca al VIP…

Sin embargo, quienes han trabajado como escoltas a políticos durante campañas electorales destacan que la relajación de la seguridad “consentida” y la agotadora agenda de actos sociales a los que deben acudir complican enormemente las tareas de seguridad.

Replicar el modelo estadounidense

Apuestan así por el modelo de seguridad que rodea al presidente de Estados Unidos: es el Servicio Secreto el que da las órdenes sobre lo que puede y no puede hacer, por qué puerta debe entrar, etc… “Y aún así, dispararon a Reagan, le lanzaron un zapato a Bush…”, advierten.

Ahora, en Europa preocupa el hecho de que se pueda producir un ataque a un dirigente político con arma blanca -un cutter o una pequeña navaja-, algo que está ocurriendo habitualmente en países como Israel, donde se han registrado atentados así contra políticos.

La “avanzada de planificación”

En la mayoría de eventos a pie de calle que realice Sánchez durante la campaña para las europeas, explican las fuentes consultadas, su escolta iniciará la organización del dispositivo de seguridad estudiando el lugar donde iba a realizar el recorrido el presidente del Gobierno.

En esta primera fase, que en el ámbito de la seguridad a personalidades se le conoce como “avanzada de planificación”, los agentes realizan el mismo itinerario que horas después hará el jefe del Ejecutivo y analizan posibles puntos críticos.

El principal obstáculo suele ser la estrechez de algunas calles. No obstante, ese problema es considerado “habitual” en itinerarios de estas características.

Tres círculos de seguridad

Una vez realizado el estudio sobre el terreno, se organiza el operativo policial que va a acompañar a Sánchez durante todo el trayecto. Y, como en casos anteriores, se forman tres círculos de seguridad en torno al presidente del Gobierno en el momento en el que comienza un paseo por las calles.

-- El primer círculo lo forman los escoltas más próximos al jefe del Ejecutivo. Un total de seis agentes le protegen.

Sobre el papel, deben estar “hombro con hombro” con el presidente del Gobierno. No obstante, es habitual que el jefe del Ejecutivo pida más espacio y se sitúen a uno o dos metros. Las fuentes consultadas aseguran que este tipo de escolta “jamás puede estar más alejada de los cinco metros”.

-- El segundo círculo se sitúa a diez metros del presidente. Lo forman otros diez policías y su función es evitar que mucha gente se acerque demasiado, además de detectar movimientos sospechosos.

-- El tercer círculo lo integran agentes de paisano y uniformados. Realizan labor de contravigilancia en las calles adyacentes.

El puñetazo a Mariano Rajoy

Algunos escoltas recuerdan ahora que la decisión de Mariano Rajoy de abrir el segundo cordón de seguridad, en la campaña de las elecciones generales de 2015, hizo que muchos vecinos de Pontevedra estuvieran a escasos metros del presidente del Gobierno.

Andrés V. F. estaba entre ellos y fue el que le propinó un fuerte puñetazo en la cara que provocó la reacción inmediata de los agentes que formaban el primer círculo de escoltas.

Uno de los guardaespaldas fue el que placó rápidamente al agresor, mientras que otros dos realizaron la llamada “reducción de silueta de personalidades” o, lo que es lo mismo, minimizar la exposición de Rajoy ante una amenaza real.

El resto, abrió un pasillo de seguridad que permitió unir al primer círculo con los policías del segundo cordón para garantizar una salida del lugar de los hechos sin ningún tipo de peligro para el presidente del Gobierno.

Desinformación y señalamientos

En ámbitos de la seguridad del Estado no son ajenos a que la legislatura europea ha estado marcada por la desinformación, los escándalos de corrupción en la Eurocámara y la detención o el señalamiento de diputados y eurodiputados a sueldo de China o Rusia.

También ha estallado la guerra en Ucrania, la amenaza rusa, las tensiones bélicas, el rearme y la guerra en Gaza que ha dejado decenas de miles de víctimas tras el atentado de Hamas, que ha disparado además el miedo a atentados en toda Europa. 

Tampoco se pasan por alto las protestas violentas de agricultores en toda la UE y las agresiones contra políticos (hasta cuatro recientemente) que estaban pegando carteles, como sucedió en Alemania. En 2016, un ultra asesinó a la diputada laborista británica Jo Cox y desde entonces todo ha ido a peor.

Pedro Sánchez se sube al coche oficial ante un escolta (Foto: Antonio Sempere / Europa Press)
Pedro Sánchez se sube al coche oficial ante un escolta (Foto: Antonio Sempere / Europa Press)

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