De trabajar en la Embajada en Kabul a vivir en un piso de protección oficial

El Gobierno español cubre necesidades básicas de los refugiados con cheques para ropa y comida. El Ministerio de Inclusión se encarga de escolarizar a los niños

Afganos refugiados a su llegada a la Base Aérea de Torrejón, a 27 de agosto de 2021, en Torrejón de Ardoz, Madrid (España).
Afganos refugiados a su llegada a la Base Aérea de Torrejón, a 27 de agosto de 2021, en Torrejón de Ardoz, Madrid (España).

Kamal (nombre ficticio) es uno de los empleados afganos de la Embajada de España en Kabul. Hoy está en España, con su mujer y sus hijos, viviendo en un piso de protección oficial. 

Confidencial Digital ha podido conocer cómo vivieron la evacuación, desde que trascendió la noticia de la llegada de los talibanes a Kabul hasta su entrada en su nuevo hogar español. En este refugio esperan que las autoridades les concedan el asilo. 

Mientras, el Gobierno español cubre sus necesidades básicas con cheques para comida y ropa. Además, el Ministerio de Inclusión se encarga de la escolarización de los niños. 

Los talibanes llegan a Kabul

Eran las 7 de la mañana del 15 de agosto, y Kamal accedió a la Embajada de España. A las 8.30 el embajador, Gabriel Ferrán, desayunaba. 

De pronto les llegó la noticia. Los talibanes habían entrado en Kabul. Las líneas de defensa de la ciudad se habían roto. 

Los talibanes se acercaban. Kamal pidió a Ferrán que hiciera algo para salvarle y este le mandó a casa. El embajador se marchó al aeropuerto con el resto de los españoles. En Kabul no sabían si los afganos podrían abandonar el país. Pero el Gobierno de España tenía un plan para ellos. 

Los afganos salieron de la Embajada española, fueron a sus coches y quitaron todo símbolo que permitiera identificarles con colaboradores de los Aliados, con el fin de evitar enfrentarse a los talibanes. 

Kamal recuerda ir en su vehículo junto a un compañero y su esposa. Las carreteras se empezaban a colapsar y su compañero salió del coche junto a su mujer. Kamal no tenía más remedio que seguir su camino. 

Esperó en medio de un atasco, diez minutos, veinte, media hora. Esperó media hora más, pero la carretera para llegar a su casa no se vaciaba. Miles de personas trataban de huir.  

 

Con dificultad cambió de ruta y llegó a casa. Respiró hondo e informó a la Embajada. 

La carta y las instrucciones para la evacuación

Esa misma noche recibió la noticia. Era uno de colaboradores que serían trasladados a España, pero aún no podía ir al aeropuerto. Debía esperar una carta oficial que enviaría la Embajada en la que, además de autorizarle para coger el vuelo a Torrejón de Ardoz, le indicaban por qué puerta del HKIA debía entrar. 

La carta llegó. Debían dirigirse al este de la aduana de Kabul, Hakaya. Salieron a las seis de la tarde, pero era imposible llegar, esa noche estaba llena de gente. 

Tuvieron que esperar una noche más. Junto al resto de miembros de la legación, aguardaron en casa de uno de los compañeros, que vivía cerca. 

Esta vez salieron a las dos de la mañana. Cuando se aproximaron a la entrada del aeropuerto, los talibanes sacaron del coche a Kamal y a todos los que iban en el mismo grupo. “¿Dónde vais? ¡Sois unos infieles!” Disparos

Kamal no puede olvidar la imagen de las mujeres y niños muy asustados. Tuvieron que volver a casa de su compañero. Al menos seguían vivos.

Soldados españoles al otro lado del arroyo

Volvieron a intentarlo, y lo consiguieron, por otra vía. Kamal recuerda un camino de tierra y un arroyo de agua “podrida”. Se metió en al arroyo y pasó a su hijo de 14 años. 

Después, cruzó a su hija de 9 meses, y lo último fue una pequeña maleta con ropa y otra con comida para bebés. Su mujer pasó, y con ella el resto del personal. 

Tras cruzar, vimos cómo los soldados españoles nos esperaban. Kamal se emociona al recordar y se muestra enormemente agradecido con las tropas españolas por su duro trabajo y por jugarse la vida. 

Insiste en que no perdió en ningún momento el contacto con el embajador y la segunda de la embajada, que le animaban a seguir intentando llegar. 

En España buscan al embajador

Ya en el aeropuerto, enseñaron su documentación a los militares. Subieron al A400M y, tras la parada en Dubai, llegaron a la Base Aérea de Torrejón de Ardoz. Pasaron horas y horas haciendo papeles y el test Covid. 

Ahora están alojados en una casa de protección oficial a la que les llevó la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), que también les atendió en Torrejón. La familia recibe una pequeña ayuda económica para comprar ropa y comida. Además, van a poder escolarizar a su hijo

Aunque han logrado escapar del horror, no pueden olvidar a la familia que han dejado allí. Kamal va a tratar de traerles a España: “Están en peligro por mi culpa”

Por otra parte, ECD ha podido saber que también está tratando de localizar al embajador español y su segunda. El teléfono de contacto que tienen es el de Afganistán.

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