Condones, prostitutas y la mujer barbuda

Tiene mucho mérito Zapatero. Uno: ha canonizado en vida a ese estadista de la prudencia llamado Felipe González. El ex presidente socialista de la corrupción y los GAL nunca tonteó con ETA: hizo una aproximación con la oposición bien informada y no se dejó chantajear. Se levantó de la mesa cuando vio venir la trampa. Nunca dudó sobre el significado de la palabra nación; nunca avergonzó a España en el exterior, ni dudó sobre los países amigos que le convenían a nuestro país…   Pero, a lo que voy. Hace unos días, FG lanzó otra gran verdad al ruedo político: este país tiene “sobredosis de juego sucio”. Los hechos están ahí: insultos, agresiones, pintadas, candidatos desnuditos, recados infames a través de consortes, lemas obscenos, vídeos goebbelsianos…   España no se merece este circo del “no se vayan todavía, aún hay más”. Dentro de poco, alguien sacará del armario al hombre bala, apuntando hacia la línea de flotación del contrincante. La mujer barbuda la tenemos a la vuelta de la esquina con la filtración interesada al periódico amigo que destapa –ahora que hay elecciones, no cuando conocí el delito- las vergüenzas del de enfrente. Qué rastrero, qué patético.   Si uno se pregunta por qué tanta crispación y malas artes, resulta de interés darse una vuelta por La Tertulia de nuestro confidencial, en el que los lectores de ECD llevan días apuntando sus respuestas. Lea, lea:   -- “La chabacanería no es sólo chabacanería, sola y gratuita, sus raíces son de de carácter político y, sobre todo, económico, por parte de algunos grupos de interés; no desaparecerá por sí misma si no lo hacen primero sus causas. ¿Por qué se ha permitido que la información a los catalanes haya llegado a ser lo que es hoy? Ahí está la culpa. Lo de los buenos deseos y “to el mundo e güeno” es miope y estúpido, y solamente apropiado para el votante medio (memócrata tipo)” (José Pinto).   -- “El PP ha sembrado y sigue sembrando tormentas y recoge tempestades” (María Sánchez).   -- “Vergonzoso lo que está pasando. Yo estuve en Cataluña más de una década, con Suárez y Felipe González en el Gobierno de España y se respiraba paz. No dudo de que la influencia de Zapatero no ha sido buena para la convivencia. "Esta no es la Cataluña que yo encontré"- me decía una amiga que vivió muchos años en Barcelona. El talante zapateril, ¿no la ha estropeado?” (Mari N. N.).   -- “Lo lleva pidiendo el PP a gritos desde hace un tiempo. Todo lo que está pasando es porque los señores del pp no respetan las reglas del juego político y les interesa mucho todo lo que está pasando. Espero que el pueblo sea inteligente y les haga pagar en las urnas todo el daño que están haciendo a España” (Juan Vázquez).   -- ¿Qué viene pasando en este país desde el Prestige? ¿Qué vivimos del 11 al 14 de Marzo, especialmente la noche del 13, jornada de reflexión? ¿A qué se está dedicando el Gobierno de este país, sino a gobernar con las minorías nacionalistas y excluir a la mitad de la población, a la que insulta cotidianamente, a resucitar una guerra de hace 70 años, a seguir una política de buenos y malos, o sea, promoviendo radicalismos? (M. Luz García).   -- ¿Qué está pasando? Bueno, creo que no mucho... cuando no se tienen ideas, ni argumentos... cuando la cabeza se utiliza para “embestir”, en lugar de pensar... cuando la democracia deviene en estalinismo puro y duro... estas son las cosas que pasan. ICV, partido marginal en toda España, debe tener "mono de sexo", habida cuenta que sus más brillantes actuaciones son las de mamporrero político (le echamos de menos, Sr. Anguita, usted era un señor). De la Sra. Carod... “un caballero no habla de las damas”... aunque no se comporten como tales... De los atacantes del autobús habrá que decir con Konrad Lorenz: "Creo que he encontrado el eslabón perdido entre el animal y el hombre civilizado...”. Deben tener poca seguridad en su mensaje político cuando actúan de la forme en que lo hacen” (Lucky Look).   -- “Pues esto es lo que hay: dejamos a los asesinos en la calle y dijimos que estaba bien; fúmate un porrito que no pasa nada y dijimos que estaba bien; si te forras a costa del erario, informaciones privilegiadas, recalificaciones... eres un campeón y te has hecho a ti mismo y dijimos que estaba bien; colocamos a los terroristas en las urnas y dijimos que estaba bien; apoyamos a los asesinos y nos olvidamos de las víctimas y dijimos que estaba bien, son consecuencias colaterales. Gracias zETAp” (Aspasia PA).   -- “Poco a poco este país se polariza y se radicaliza más y más. Hemos perdido ese espíritu de la transición en que el país miraba hacia delante, se permitía hablar a Fraga y a Carrillo, no había buenos y malos. Los medios están igualmente polarizados. La memoria "histórica" no es más que un arma arrojadiza. Proliferan las esquelas de uno y otro bando. Perder el sentido del estado, y de nuestra historia de enfrentamientos inciviles es algo que vamos a pagar algún día” (x sorda).   -- “Dejaos de pedaleos. La respuesta la daba este jueves, Josep Ramoneda en El País: ‘Evidentemente, el objetivo de la política no es la verdad. La política tiene que ver con el poder, con la acción y con los intereses, no con la búsqueda de la verdad. Las ideologías que pueblan el imaginario político no son vías de acceso a la verdad sino concepciones del mundo destinadas a ejercer de motor de la acción colectiva’. Saludos” (Lector de El País).   Me interesa detenerme especialmente en este último post. ¡Vaya con Josep Ramoneda! O sea, que los políticos, nada de buscar la verdad, sino poder, acción e intereses. Pues tome nota, señor Ramoneda. Erich Fromm negó la existencia de un instinto destructivo en el ser humano. Luis Rojas Marcos coincide con el pensador alemán, hasta afirmar que la agresividad maligna no es instintiva sino que se adquiere, se aprende. “Las semillas de la violencia se siembran en los primeros años de la vida, se cultivan y desarrollan durante la infancia y comienzan a dar sus frutos en la adolescencia”.   Conclusión: la mujer de Carod Rovira, los ultraderechistas, las juventudes de ICV y cualquier ser humano con vida, ha nacido a este mundo con las simientes de la bondad, la tolerancia y la generosidad, pero también del racismo, la ira, la crueldad o la mentecatez. Dependiendo del medio en el que se hayan cultivado esos granos, ha florecido una personalidad, su contraria o –lo que es más habitual- una mezcla de ambas, pero con mayor o menor predominio de uno de los polos.   Por eso, uno tiende a pensar que la causa última de los infanticidios, las violaciones, la criminalidad en general, los insultos, el acoso psicológico, la crispación, la violencia doméstica o los suicidios, no hay que buscarla muy lejos. Es fruto de esta sociedad que hemos animado, generadora de una preocupante cultura de la violencia.   ¿Reflexionan nuestros políticos sobre esto? ¿Se percatan del mundo que están construyendo con sus actos, gestos y palabras? ¿Están nuestros representantes públicos a la altura de las circunstancias? Parece que no. Y aunque no sea esta una cuestión que se aprenda en dos tardes, a los tramoyistas de este vergonzoso circo la ciudadanía sí les debería pedir un esfuerzo suplementario. De una vez por todas.

 
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