Abascal culpa a Olona de que Ayuso les haya desbancado en la batalla judicial contra el Gobierno

El líder de Vox, Santiago Abascal (i) y el portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros.

El último de los anuncios de Isabel Díaz Ayuso, sobre su intención de recurrir el impuesto a las grandes fortunas del Gobierno, indignó definitivamente a Santiago Abascal.

La presidenta madrileña volvía a adelantarse a Vox, y su líder comenzaba a asumir que le había arrebatado el liderazgo en las batallas judiciales contra Pedro Sánchez. Tal y cómo se contó entonces en ECD, Abascal admitía en privado que había salido gravemente perjudicado en esta pelea.

Recordaba que se hizo con la bandera judicial, impulsado por su papel de acusación popular en la causa del ‘procés’, pero ahora reconoce que esa estrategia ya no basta para acaparar el foco y crecer. Al menos en este momento, que se encuentra a la baja en las encuestas y sin grandes expectativas.

Pero según ha escuchado El Chivato en el entorno de Abascal, el líder de Vox culpa a Macarena Olona, que abandonó por sorpresa el partido el pasado mes de julio, de que Díaz Ayuso, con sus iniciativas, haya logrado opacar las acciones judiciales de Vox.

Considera que Olona, que se ocupaba del control y la dirección jurídica de Vox, “dejó tirada a la formación” con numerosos procedimientos pendientes, en un momento clave en la batalla judicial contra Sánchez. Un vacío que, destacan, “Díaz Ayuso (que no Feijóo) ha sabido aprovechar”.

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En el equipo de Santiago Abascal lamentan que el eco del recurso al Constitucional contra el decreto de ahorro energético del Gobierno quedó en segundo plano, después de que Ayuso lanzase mensajes como “Madrid no se apaga”, en referencia a los monumentos y los escaparates de los comercios.

Díaz Ayuso ha ido acumulando procedimientos. Sus recursos han logrado desplazar en atención mediática a los que continúa presentando Vox. La líder madrileña ha conseguido rentabilizar esas acciones como propias, atribuyéndose al menos su autoría intelectual en el imaginario popular.

En cambio, el partido de Abascal ha anunciado acciones judiciales contra “el fanatismo climático”, y lo ha hecho en una carta enviada por Castilla y León –donde gobierna en coalición con el PP- acusando al Gobierno de intentar de “someter” a los ejecutivos regionales “a la dictadura de un ecologismo sectario y reduccionista, que engañosamente opone medio ambiente con progreso y bienestar”.

Pero el impacto de esa iniciativa también ha pasado prácticamente desapercibido para la opinión pública.