Los empleados de Correos acusan al amigo de Pedro Sánchez de haberles excluido de la vacunación

Juan Manuel Serrano, presidente de Correos.

Era un puesto “dorado”. Juanma Serrano fue durante años el jefe de gabinete de Pedro Sánchez durante su etapa como secretario general del PSOE. Pero cuando este llegó a La Moncloa, nombró director del Gabinete de Presidencia a Iván Redondo.

Como premio de consolación, Sánchez situó a Serrano, de su máxima confianza personal, como presidente de Correos, con un sueldo anual que dobla y supera al del presidente del Gobierno: 200.000 euros.

Sin embargo, los últimos meses no están siendo fáciles para Serrano. Los sindicatos de Correos (UGT y Comisiones Obreras) le están martilleando con quejas y peticiones desde que comenzó la epidemia de coronavirus.

Han denunciado que la plantilla de Correos es la de mayor índice de contagios en España tras los sanitarios; han alertado de la entrega de mascarillas defectuosas; han criticado su “precipitado” plan de desescalada... Todo lo achacan a la “nefasta gestión” del presidente.

Ahora la queja surge después de que los empleados de Correos hayan quedado fuera de los trabajadores esenciales para la vacunación contra el coronavirus.

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Denuncian que el personal de la empresa postal no esté incluido, a pesar de ser mayoritariamente un colectivo laboral que presta un servicio público en contacto directo con la ciudadanía, como es el caso de los carteros y del personal que atiende en las ventanillas de las oficinas.

Consideran que los empleados de Correos “recogen ahora los frutos envenenados de las acciones de su presidente”. Critican que Serrano ha vendido durante los últimos tres años la transformación de Correos en una eficiente y moderna empresa paquetera “sin nombre”, abandonando las cartas, el servicio rural, y primando el valor del negocio frente al del servicio público a la ciudadanía.

“No es de extrañar que el Gobierno y la sociedad, engañados por un presidente que utiliza Correos para su proyección personal, nos vean ahora solamente como una empresa paquetera más”, ha podido escuchar El Chivato entre la plantilla indignada de Correos.

Y recuerdan, por ejemplo, que han sido los empleados de la empresa postal los que, en plena tercera ola de la pandemia, han garantizado el voto por correo para las elecciones en Cataluña del 14 de febrero.