De la bodega a la nevera: el salto de Yo pongo el hielo

El eCommerce de bebidas lanza Te doy la lata, un supermercado online que pretende posicionarse como una de las principales referencias cuando los clientes piensen en hacer la compra online

Yo pongo el hielo
Yo pongo el hielo

A grandes males, grandes remedios. Eso es lo que ha debido pensar el equipo directivo de Grupo YPH, el holding empresarial que formaron hace un año los fundadores de Yo pongo el hielo junto con los de YPH Mayoristas, la empresa de distribución mayorista de alimentación y bebidas.

Cuando el gobierno decretó el estado de alarma y el cierre de todo el sector de la hostelería, tuvieron claro que no se podían quedar de brazos cruzados, ya que el agujero que iba a crear en sus cuentas la medida era de un tamaño gigantesco, puesto que una parte importante de la facturación del grupo procede, como es lógico, del canal horeca.

Valoraron distintas alternativas con las que paliar la situación y entre todas las medidas que podían tomar, hubo una que puso de acuerdo a todas las partes: ir a por todas y lanzar un supermercado online.

La gestación del proyecto

Aunque una operación así tuviera mucho sentido desde el punto de vista financiero y de operaciones, lanzar un proyecto así no es una tarea sencilla y menos con el apremiante plazo de fechas de manejaban, que era “cuanto antes”.

Por ello, se pusieron manos a la obra rápidamente y definieron los puntos clave que permitían salir con un producto mínimo viable sencillo pero que permitiera la compra online desde el mismo momento del lanzamiento. Y aquí es donde entra en juego Tedoylalata.com.

Hasta la toma de decisión del lanzamiento del súper online, Te doy la lata era un proyecto paralelo y complementario a Yo pongo el hielo. Iba a ser un site en el que podrías encontrar todo tipo de productos enlatados, desde los más habituales como latas de frutos secos, snacks, mejillones o berberechos a otras más específicas como latas de café, Cola-Cao o Chupa-Chups. El objetivo de este site es que fuera un complemento a la compra de bebidas de Yo pongo el hielo, de forma que con un solo pedido online el cliente pudiera comprar tanto la bebida como productos que habitualmente se consumen juntos.

Pero la Covid-19 lo cambió todo y en un ejercicio de pivotaje, la empresa reaprovechó todo lo avanzado en Te doy la lata para poder acortar fechas al máximo. El branding y la logística se beneficiaron de ello. El desarrollo tecnológico se simplificó y, mientras tanto, la el equipo de aprovisionamiento trabajaba a destajo para poder conseguir todos los artículos adecuados para cubrir las necesidades de compra de cualquier persona.

El resultado fue que en menos de 3 semanas ya estaba operativo el supermercado online. En un principio formando parte de la web de Yo pongo el hielo, pero con la intención de ser un proyecto independiente, pero vinculado, lo antes posible.

Fueron tres semanas de duro trabajo en todos los frentes, que requirió además de la ampliación del personal de almacén, tanto para dar salida al creciente número de pedidos online de Yo pongo el hielo, como para la reestructuración y reubicación de la mercancía, debido al aumento de referencias de supermercado a las que dar ubicación.

Finalmente, el lanzamiento se produjo el lunes 11 de mayo y ya desde el primer día llegaron las ventas. La propuesta de valor es similar a la que ha llevado al éxito a Yo pongo el hielo: variedad de productos, precios y condiciones muy competitivas y una atención al cliente excelente. Si algo funciona, ¿para qué cambiar?Imagen 1

Te doy la lata: presente y futuro

En un primer momento Te doy la lata se centra en productos de alimentación y droguería, que son los más habituales en la cesta de la compra de los españoles, aunque desde el día del lanzamiento se están incorporando nuevas referencias al catálogo. El objetivo es posicionarse como uno de los principales supermercados online en el menor tiempo posible.

¿Con qué ventajas cuentan para ello? Para empezar, con la cartera de clientes que ya tienen. No es lo mismo lanzar un proyecto así desde cero, con la consiguiente necesidad de inversión publicitaria y de comunicación, que contar con una importante base de usuarios que conocen y han probado ya la fiabilidad del servicio. Por otro lado, uno de los valores que pretenden transmitir es la disponibilidad. Así, Yago González, fundador y CMO de Yo pongo el hielo comenta que “vamos a estar disponibles el 99,99% del tiempo, sin colas para entrar o discriminación por código postal o edad”, situaciones que se han vivido en los sites online de las principales cadenas del país.

Por otro lado, comentan que el equipo actual está preparado para el salto, tanto a nivel operativo (conocimiento del mercado, supply chain, logística) como de gestión administrativa, de sistemas o marketing. Además de contar con la ilusión que los proyectos de esta envergadura proporcionan a todo el equipo. No se atreven a dar cifras, pero confían en su apuesta y estiman que alcanzarán el umbral de rentabilidad “en pocos meses”. Mimbres tienen para ello.

Por último, invitan a probar el servicio a cualquier persona que desee hacer la compra online en estos días, aprovechando las ofertas de lanzamiento que han puesto en marcha y a que les dejen su feedback y sugerencias, pues tienen claro que la única forma de mejorar es escuchando a los clientes. Os animamos a ello.2

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