Sánchez pasa la presión a Casado ante la moción de censura de Vox

El presidente se ha dirigido al líder del PP para invitarle a que corte con el partido de Abascal y demuestre así que “no tiene nada que ver con la ultraderecha”

Pedro Sánchez aplaude junto a sus ministros.

Pedro Sánchez ha decidido intervenir en el debate parlamentario de la moción de censura después de que Santiago Abascal desgranara su propuesta de programa de Gobierno para el caso de que su iniciativa de sustituir al presidente saliera adelante.

El presidente del Gobierno se ha extendido en atacar a Vox, definirla como la “extrema derecha” y descalificar a Santiago Abascal, al que ha criticado duramente por los cargos que ocupó en el pasado en organismos de la Comunidad de Madrid que luego él mismo reconoció que apenas tenían funciones, pero en los que cobraba sueldos muy elevados.

Durante sus intervenciones, Sánchez no se ha limitado a responder a las acusaciones de Abascal y a poner en valor su gestión al frente del Ejecutivo. El líder del PSOE ha aprovechado también para dirigirse directamente a Pablo Casado, para presionarle ante el dilema que se plantea ante el Partido Popular.

Con la duda aún no resuelta de si los diputados del PP optarán por la abstención o por el “no” -el apoyo a la moción parece descartado-, Pedro Sánchez ha pedido a Casado que demuestre que “la ultraderecha nada tiene que ver con la derecha española”, y lo haga votando “no”.

El presidente socialista ha subrayado que en realidad la moción de censura no va dirigida tanto a él, ya que no tiene ninguna posibilidad de salir adelante, como contra el Partido Popular y contra Casado, para tratar de ponerle en un callejón sin salida y Santiago Abascal quede como el principal líder de la oposición al Gobierno PSOE-Podemos.

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Pedro Sánchez también ha insistido en desmontar la etiqueta de “constitucionalista” que pretende abanderar Vox. Lo ha hecho presumiendo del papel que jugó el PSOE en la Transición para aprobar la Constitución de 1978, mientras que “quienes pensaban igual” que Abascal, a su juicio, como Blas Piñar y la ultraderecha nostálgica del franquismo, se oponían frontalmente.