La solución a Cataluña está dentro

Celebración independentista de la Diada.

La Diada de este miércoles es un pinchazo en toda regla. Lo admite el propio Govern. El independentismo pasa por su momento más delicado. Sus promotores no se aclaran sobre qué dirección tomar. Hay división al más alto nivel, con dos partidos enfrentados y odiándose a muerte.

Ahora toca preguntarse: ¿qué es lo siguiente? ¿cómo desmadejar este ovillo? ¿qué paso se debe dar para desactivar esta bomba de relojería?

Yo pienso que la solución está allí. No puede venir de fuera.

Ha llegado la hora de que importantes colectivos catalanes, liderados por empresarios, políticos, líderes sociales y fuerzas vivas en general, den un paso al frente y se atrevan a bajar a la arena. Hablo, sí, de atreverse: vencer el miedo, salir de la masa aborregada y plantar cara.

¿Cuál debe ser la solución? Recuerdo aquella propuesta de dotar de un estatus especial a Cataluña, con una descentralización aún mayor que la actual. El término que algunos utilizan es el “devo-max”, (descentralización máxima), un concepto anglosajón que se popularizó meses antes de la consulta en Escocia, para hablar de la devolución de competencias de Londres a Edimburgo.

Vídeo del día

Detenida en Madrid una kamikaze borracha y
con un kilo de cocaína en el maletero

 

No sé si esto es posible para el caso catalán. Pero en Cataluña se deben dar pasos.

Evidentemente habrá que buscar (ya lo he dicho en alguna otra ocasión) una salida airosa, muy medida, que permita tres cosas: a) Que el acuerdo se pueda vender allí como un cierto triunfo. b) Que nadie resulte humillado. c) Que se pueda contener la deflagración que provocará la pérdida de protagonismo de quienes viven de este enfrentamiento.

Pero insisto. Quienes deben liderar la búsqueda de una solución ya están tardando.

Más en twitter: @javierfumero