Queremos tener 'nuestro PNV'
Es bastante conocida la canción popular, que suele cantarse en grupo, "Todos queremos más".
El estribillo dice: "Todos queremos más/todos queremos más/todos queremos más/y más y más/y mucho más".
Pienso que esa realidad, el "querer más y más", podría aplicarse con bastante propiedad a partidos políticos de ámbito regional que resultan decisivos para articular la mayoría parlamentaria, y que por ello logran 'vender' sus votos a un alto precio.
La historia de la reciente democracia española aporta abundantes ejemplos de cómo los nacionalistas catalanes, con la marca Convergencia, permitieron formar gobiernos al PSOE y al PP, obteniendo a cambio notables contrapartidas, por supuesto, económicas, pero también políticas. La vía libre a la política lingüística en Cataluña la aprobó José María Aznar, por poner un ejemplo.
Así, los dirigentes de Convergencia practicaron con intensidad el susodicho "todos queremos más". Algo que, lógicamente, trascendió al conocimiento general, y que no ha ayudado precisamente a formar una opinión positiva sobre "los catalanes" en el resto del territorio. Eso es así.
En menos ocasiones han resultado necesarios, previo pago de peaje por supuesto, los votos de los nacionalistas vascos. Y, más recientemente, ahora lo están consiguiendo los nacionalistas canarios, también a cambio de contrapartidas.
Hoy, con la actual composición del Congreso, los cinco votos del PNV resultan imprescindibles para alcanzar los 175 que permitan sacar adelante los Presupuestos del Estado.
El Gobierno de Mariano Rajoy se muestra dispuesto a realizar los esfuerzos necesarios, es decir aportar dinero y transferencias, para conseguirlos. Incluida, tal como se ha contado en ECD, la posibilidad de traspasarles la gestión de la Seguridad Social.
Escuchaba el miércoles a Carlos Herrera, en la COPE, comentar que resulta altamente rentable la condición de partido imprescindible para alcanzar una mayoría de gobierno. Y que, en esa línea, a lo mejor a las otras comunidades autónomas también les interesaría tener "su propio PNV", con el fin de rentabilizar un poco mejor los escaños conseguidos.
O sea, que haya un PNV (o una Convergencia) en todas partes.
No está mal tirado.
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