Ha muerto un gran torero

Junto con Paco Camino y Santiago Martín ‘El Viti’ formó, en los años 60, una de las ternas más importantes de la historia del toreo. Se llamaba Diego Puerta y había nacido en Sevilla, cerca del matadero –como la dinastía de los Vázquez- y le apodaban ‘Diego Valor’.

Grandeza del toreo que permite que un hombre con 55 cornadas y varias veces al borde de la muerte, termine su vida a los 70 años, en su cama, de un proceso diabético.

Un torero sevillano con la esencia del toreo andaluz y la gracia de su tierra para mover los brazos y acompasarlos a la cadencia de toda clase de toros.

El mérito de Diego Puerta fue alternar con los mejores siendo uno de los mejores. Con quienes más veces hizo el paseíllo, Camino y ‘El Viti’, eran dos figuras indiscutibles. ‘El niño sabio de Camas’ ha sido uno de los mejores toreros de la historia y el salmantino uno de los mejores estoqueadores que se recuerdan. Diego Puerta jamás se quedó atrás y no fue solo a base de valor –que tenía y le sobraba- o de arrimarse como cualquier indocumentado. Diego Puerta era un gran conocedor de los toros, casi todos le valían y a todos les ‘robaba’ pases. Eso no se hace solamente con valor y con un ‘estarse quieto’ porque sí. Eso se hace conociendo y sabiendo. Midiendo terrenos y lidiando desde que el toro sale por los chiqueros. Y eso lo hacía, como el mejor, Diego Puerta.

Por eso a veces suena a tópico injusto lo de ‘Diego Valor’, porque Puerta era mucho más que un torero de valor. Manejaba el capote como el mejor de los sevillanos, con gracia y estilo y sus ‘chicuelinas’, ceñidas y armoniosas eran de antología. Con la muleta era, además de artista, dominador y ‘mandaba’ a los toros, y con la espada era seguro y pocas veces se aliviaba.

Vídeo del día

Detenida en Madrid una kamikaze borracha y
con un kilo de cocaína en el maletero

 

Se nos ha ido un torero de leyenda. Una leyenda que va mucho más allá del simple valor.

Descanse en paz.