Al tenista suizo Roger Federer, que se autodescarta para el premio Príncipe de Asturias con manifiesto desprecio
El tenista suizo Roger Federer ha sido siempre un caballero de las pistas. Por eso sorprende la imprudencia de unas recientes declaraciones en las que se autodescarta para el premio Príncipe de Asturias de los Deportes, obviando el hecho de que este es un honor excepcional, avalado por la monarquía española y de prestigio mundial. El suizo alegó problemas de agenda. Hay algo en su comportamiento de soberbia soterrada: uno no rechaza los honores. Guindilla a unas declaraciones que, además, merman la importancia del premio y ofenden, aun sin querer, a muchos españoles.
