La cúpula del PP y varios de sus ministros ‘arroparon’ a un José María Aznar que proclamó su apoyo “sin reservas” a Rajoy y dejó entrever su apuesta por Cascos
José María Aznar llenó a rebosar anoche el salón donde el periódico La Razón había organizado uno de sus encuentros con políticos. Le acompañaron la cúpula del PP, así como varios de los que fueron ministros suyos. El ex presidente insistió en la urgencia de un cambio político en España.
Asistieron Mariano Rajoy, María Dolores de Cospedal, Soraya Sáenz de Santamaría, Ana Mato, Esperanza Aguirre, Alberto Ruiz Gallardón, cargos regionales y municipales y diputados. Destacó la presencia de ex ministros de José María Aznar, algunos de ellos que no se prodigan mucho, como Eduardo Zaplana, Ángel Acebes, Ignacio Astarloa y Josep Piqué. Y la de su hijo mayor, José María Aznar Botella, que en febrero se incorporó a La Razón para realizar análisis financieros y económicos. También estuvo presente María San Gil, a la que Cospedal saludó con un efusivo abrazo.
Aznar trazó un duro análisis de la situación española, diciendo que el país se encuentra hoy peor que como la dejaron los gobiernos de Felipe González. Afirmó que se había roto el consenso que se inició con la Constitución e hizo un llamamiento a “un gran proyecto nacional de recuperación, regeneración y reformas”. Dijo que España había perdido todo peso internacional, “no porque nos hayan echado, sino porque nos hemos ido”.
Sobre la figura de Mariano Rajoy, allí presente, manifestó que creía “sin reservas” en su capacidad para hacer frente a los desafíos que tiene España, en la que es “la peor situación de nuestra historia reciente” y “la peor herencia política, económica e institucional que haya recibido ningún Gobierno”.
Hablando de la crisis económica, afirmó que la continuidad de Zapatero al frente del Gobierno, durante año y medio más, perjudica día a día a España.
Preguntado por la candidatura de Francisco Álvarez Cascos en Asturias, afirmó que no podía ni debía pronunciarse, para a continuación trazar un elogioso perfil de su trabajo como secretario general del PP y como ministro y vicepresidente, y acabar diciendo que es una persona capaz y “en forma”.
El ex presidente del Gobierno afirmó que está totalmente fuera de la política y que no tiene ninguna aspiración en ese terreno.
