El pleno de los recortes económicos se convirtió en una moción de censura: CiU salvó a Zapatero para evitar que un adelanto electoral interfiera en las catalanas

El voto de los diputados catalanes estuvo en el aire hasta el final. Según fuentes políticas a las que ha tenido acceso El Confidencial Digital, la víspera, siete de los diez diputados de CiU se pronunciaban por el ‘no’, lo que habría supuesto la derrota del Gobierno.

Fue Durán Lleida quien logró que al final optaran por la abstención, aunque ayer por la mañana, durante el trascurso del pleno, todavía hubo fuertes discusiones con los diputados de su grupo.

Con todo, la intervención del portavoz de Convergencia fue muy dura. Pidió a Zapatero que apruebe con urgencia la reforma laboral y la del sistema financiero, y que después convoque elecciones generales. Ahora no, porque sería contraproducente estar sin Gobierno en plena crisis, pero sí después. Y remachó: “Su etapa, señor presidente, está ya finiquitada”.

Las fuentes consultadas explican que la decisión final de CiU, salvando al Gobierno de una derrota que estaba en su mano, esconde la intención de evitar que un adelanto electoral en estos momentos pueda interferir sobre los comicios catalanes de este otoño, en los que se pronostica una victoria clara de Convergencia.

Zapatero llamó a Urkullu por la noche

Una de las novedades del pleno de ayer fue el voto en contra de los diputados del Partido Nacionalista Vasco, hasta ahora el aliado más fiel del Gobierno y el que le permitía sacar adelante leyes tan complicadas como la del aborto.

Fuentes parlamentarias explican que el gran error de Zapatero ha sido que no consultó con nadie las medidas, no las habló, no las pactó (igual que ha ocurrido con la prohibición a los ayuntamientos de endeudarse), y por tanto ningún grupo ha tenido su apoyo.

A última hora, cuando el Ejecutivo se dio cuenta de que podía perder la votación, puso en marcha gestiones de emergencia. Una de ellas fue la llamada que la víspera, el miércoles, a las once de la noche, hizo en persona el presidente del Gobierno al líder del PNV, Íñigo Urkullu.

Zapatero le pidió que se abstuviera “por responsabilidad”, y la respuesta que escuchó fue: “Si fuera por responsabilidad, no me habrías llamado a las once de la noche”.

A lo largo de la mañana en el Congreso, la inquietud fue evidente en las filas socialistas, muy visible en los movimientos de dirigentes como Alfredo Pérez Rubalcaba, Manuel Chaves y José Blanco.

Fuentes del Partido Popular concluyen que, a la vista de lo ocurrido en el pleno, ahora hay un Gobierno “tutelado por Europa” y con el tiempo tasado por Convergencia.