PSOE y Podemos se ponen de acuerdo en una cosa: excluir a Calviño y Yolanda Díaz de las reuniones sobre el pacto de Gobierno

El argumento es que ninguna de las dos vicepresidentas son militantes de los partidos que forman la coalición

Adriana Lastra e Ione Belarra.

En medio del choque por la reforma laboral, PSOE y Unidas Podemos sí se han puesto de acuerdo en excluir a Nadia Calviño y Yolanda Díaz de las reuniones clave para abordar el seguimiento del acuerdo de Gobierno. El argumento es que ninguna de las dos vicepresidentas son militantes de los partidos que forman la coalición.

PSOE y Unidas Podemos no han logrado por ahora un acuerdo en la mesa de seguimiento de su pacto de coalición en relación con esa reforma. Las dos partes han lanzado luego mensajes en los que rebajan el enfrentamiento y apuntan a que el objetivo es el consenso.

Yolanda Díaz no ha acudido a los encuentros y ha estado representada por su jefe de gabinete, Josep Vendrell, y por el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez

Unidas Podemos ha designado en cambio a sus máximos representantes: su secretaria general y ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, la número dos del partido y ministra de Igualdad, Irene Montero, y el portavoz en el Congreso, Pablo Echenique.

Por la parte del PSOE se reúnen estos días con los representantes morados: Adriana Lastra, vicesecretaria general del PSOE; María Jesús Montero, ministra de Hacienda y Función Pública, Héctor Gómez, portavoz parlamentario socialista y Félix Bolaños, ministro de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática.

Las vicepresidentas no son militantes

Tampoco ha acudido por tanto la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño.

Fuentes del PSOE y de Unidas Podemos admiten a Confidencial Digital que, con el objetivo de rebajar la tensión, se ha encontrado una fórmula para evitar de momento sentar en esa misma mesa a Calviño y Yolanda Díaz: ninguna de las dos vicepresidentas son militantes de los partidos que forman la coalición.

La ministra de Economía ha rechazado siempre formar parte de las listas electorales del PSOE. Nunca ha tenido carnet del partido ni parece que tenga planes de tenerlo. Su trayectoria es completamente ajena a la tradición de los pata negra socialistas.

Estuvo 12 años en Bruselas como alta funcionaria. No ha querido ser diputada, al contrario que la práctica totalidad de quienes eran miembros del Gobierno en 2019, para mantener su perfil independiente. Sus posiciones ortodoxas en política económica han generado muchos recelos internos en el PSOE en estos tres años.

 

La titular de Trabajo también carece de cargo orgánico en Unidas Podemos. Ella subraya siempre -como hacía Manuela Carmena- que no es de Podemos. Y, sin embargo, ella ostenta el cargo no oficial de interlocutor ante el presidente Sánchez y coordinadora de los miembros del Ejecutivo designados por Unidas Podemos. Un cargo que le fue traspasado a dedo por el ex vicepresidente Iglesias.

Encuentros solicitados por Podemos

Los encuentros han sido solicitados por Unidas Podemos, tras el malestar provocado por el papel de la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, en la negociación de la reforma laboral, que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, avaló al señalar que ésta era una ley del Gobierno que afecta a varios ministerios que deben poder aportar su visión.

El conflicto llega en el ecuador de la legislatura y, aunque los socialistas tratan de circunscribirlo al funcionamiento normal de un bipartito al compararlo con otros desencuentros previos -como la ley de vivienda o el Ingreso Mínimo Vital-, la reforma laboral es una promesa fundamental del Gobierno de Sánchez y la piedra angular del mandato de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

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