La Semana. La llegada del “Estatut” a Madrid en soporte digital con cava, vaselina y valla tridimensional

Ahora que Raúl lleva tiempo, tanto en la selección como en el Madrid, sin hacer un gol de "vaselina", llegan a Madrid los políticos catalanes y, esta vez, en pleno show de las camisas blancas, nos "lo meten con vaselina". Me refiero al “Estatut”, naturalmente. Los Reyes Católicos eran unos separatistas al lado de los señores Carod, Maragall, Benach y compañeros mártires de la causa de la unidad de España. Les faltó ir a la Plaza Mayor y, alrededor de la estatua de Felipe IV, ofrecer a la ciudadanía una degustación de cava y regalar cajitas de vaselina. Si a don Ernest Benach le quitan la barba es como Marujita Díaz cantando las glorias de España con aquello de "banderita tu eres roja..." Emocionante. La única nota discordante la dio el propio señor Benach cuando, en su calidad de President del Parlament, entregó a don Manuel Marín el texto del “Estatut” en soporte digital, un soporte que talmente parecía un supositorio y, claro, la gente es muy mala y más cuando se tiene "catalanofobia", que decía casi a la misma hora el señor Carod Rovira. Lo que tiene el señor Carod es que se le contesta fácil: - ¿Catalanofobia en Madrid? - E "hispanofobia" en Cataluña. - ¿La palabra nación, intocable en el Estatut? - Sí, e intocable en el artículo 2 de la Constitución Española. Y así, sucesivamente. Y ya metidos en maldades, también es mala suerte que el señor Maragall tropezara en las escaleras, al entrar, casi a la hora de la siesta tras la comida, en el palacio de la Moncloa. Una semana de vaselinas aunque en Ceuta y Melilla nuestro ejército haya acabado con las existencias de tan suavizante producto y una soldado se sintiera asustada pero, "me daba cosa pegarles". Una semana muy protagonizada por el sexo femenino aunque por distintas causas. Una etarra con 17 asesinatos a sus espaldas, redime penas por hacer fútbol sala y aeróbic y ya está en la calle. Mientras, la Armada se honra y nos honra a todos, hombres y mujeres, llevando al mando de un buque de guerra a una teniente de navío, doña Esther Yañez. Por contra, doña Begoña Zenarrutzabeitia, vicelehendakari, es una maleducada y ni siquiera alude a la presencia de los Príncipes de Asturias en un acto oficial en el País Vasco. Son contrastes, y para contraste el de las abejas reinas en Cataluña que salen a 15 euros la unidad si son catalanas y se las expulsa del territorio del Principado si no lo son. Aquí, más que contraste es una risa. Uno piensa en la abeja Maya que tenía rayitas negras y amarillas y resulta que debería haber tenido franjas rojas y amarillas para poder hacer miel en Cataluña. Y el señor Rodríguez Zapatero haciendo equilibrios sobre la valla tridimensional de Ceuta y Melilla para decir que el “Estatut” “ni lo rechazo ni lo asumo”. Así, no es extraño que las avalanchas se nos vengan encima una tras otra, mejor dicho: una, después de que la señora Fernández de la Vega dijera que "el Gobierno garantiza la verja". Va a haber que llamar a la OCU para que revise esas garantías que, como mínimo, deben estar caducadas. Rajoyhace propuestas y hasta se enfada en el Congreso, pero la verdad es que hay más nueces que ruido. Don Mariano nombra la soga en casa del ahorcado y, además, dice que la soga se la están poniendo al ahorcado en su misma casa. Manos mal que el Presidente del Gobierno se pone tierno y dice que "mi patria es la libertad". Bonito. Por cierto, que es muy de agradecer el silencio del señor Ibarretxe, que es el único político que sigue a rajatabla la consigna del silencio, que hay nacionalistas que parecen Raúl con el dedo en la boca callando al Nou Camp. Pero que nadie se fie, que el Lehendakari está calentando en la banda en espera del segundo tiempo. Semana de árbitros. El mítico Rafa Guerrero ("no jodas, Rafa"), el "línea" que es el escándalo madre de todos los escándalos, va y dice que el "arbitraje está vilipendiado y que lo sufren su familia y sus amigos". Eso ya lo parodiaba el fenomenal Gila cuando al describir con su humor el lanzamiento de un penalti decía que había que pensar en la pobre madre del portero. Por una vez don Rafael Guerrero ha acertado al levantar la bandera: el arbitraje está vilipendiado pero los "vilipendiadores" son los propios árbitros. Es que esto del fútbol es muy traidor para las meninges. Dice el señor Laporta -que preside "algo más que un club", club que según él luchó denodadamente contra la dictadura franquista y entidad a la que tenemos que agradecer la llegada de la democracia a España- que vendrá al "Bernabéu" a defender el “Estatut”. Pues no es mal sitio, sobre todo si se viene rodeado de las banderas de las seis o siete nacionalidades representadas en la alineación titular de su equipo en el que apenas hay dos o tres "oriundos". Se retira el señor Atutxa y dicen que se va a la Fundación "Sabino Arana"; por lo menos allí no sufrirá los sofocos que le arrebolaban en la presidencia del parlamento de Vitoria. Una pena que, al final, la semana se haya enrarecido por declaraciones y enfados parlamentarios, sogas y "bellidos dolfos" en el PSOE porque, además del cava y de la vaselina, todo había empezado muy tierno con esa sinfonía inacabable -es de esperar que no inacabada- de besos en la boda de los señores de Zerolo ¿o de los señores de Santos? -que nunca sabe uno como acertar- pero en cualquier caso, nuestra más cordial felicitación. Y ahora... "a por la parejita".

 
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