Mobile día 2: la conjunción de Inteligencia Artificial, Conectividad, Cloud y Web3

Varias personas en las inmediaciones de Fira Barcelona, donde se celebra el Mobile World Congress (Foto: David Zorrakino / Europa Press).
Varias personas en las inmediaciones de Fira Barcelona, donde se celebra el Mobile World Congress (Foto: David Zorrakino / Europa Press).
  1. BigTech domina
  2. Autopistas gratis
  3. Supermercados digitales
  4. Convergencia

¿La conjunción de las telecomunicaciones, la computación, web3 y la inteligencia artificial suponen el inicio de una nueva era de la humanidad? Es una pregunta que se responde más fácilmente a toro pasado, que con anticipación. Sin embargo, GSMA -la asociación de empresas de telecomunicaciones que organiza el Mobile World Congress 2023 en Barcelona- lo tiene muy claro: la respuesta es que sí. Empieza una nueva era, gracias a la conjunción de esas tecnologías. 

El término más adecuado sería el de convergencia de tecnologías. Tecnologías que no son nuevas. Y, esta convergencia, también ha sucedido varias veces en el pasado reciente o últimos 50 años. No hay que remontarse a la invención de la imprenta, el surgimiento de los estados nacionales, la caída del imperio romano de occidente o el descubrimiento de América y la Revolución Francesa, para identificar grandes saltos de la humanidad que suponen un antes y un después y, por eso, se habla de “una nueva era”.

Hay que tener en cuenta, desde las perspectivas económica, tecnológica, sociológica, entre otras, que los cambios de era en la humanidad no han sucedido de un día para otro. Habitualmente, hay un cambio progresivo que dura décadas, incluso siglos y, cuando la humanidad está preparada, un acontecimiento muy importante da fecha al cambio de era. 

En el caso de las tecnologías de la información, tanto la computación como la digitalización, hay un factor relevante de diferenciación: la velocidad en la evolución de las tecnologías de la información. Dice Nokia que cambia su marca porque “se piensa que aún fabrica teléfonos móviles”. Lo que es un dato objetivo es que en 1999 Nokia era líder absoluto en venta de teléfonos móviles y que cuando, en 2007, Apple lanzó el iPhone, se produjo un cambio de guardia en el liderazgo de ese sector. Nokia pasó a la irrelevancia, a la casi desaparición, hasta que fue comprada por Microsoft, que no consiguió revivir a la compañía nórdica. 

Nokia, hoy, se ha reinventado, como sus primas hermanas del sector, Ericsson y Alcatel-Lucent. De vender dispositivos, se han centrado en las redes, especialmente 5G, que es el futuro de aquí a 2023, según GSMA, cuando 5G sustituirá a 4G como estándar de conectividad, con 5 billones de clientes.

BigTech domina

Si hay algo que da miedo a una empresa tecnológica, es caer en la obsolescencia. En otros sectores de actividad (por ejemplo, el turismo), puede haber mejoras constantes. En el caso de las firmas tecnológicas, la historia nos dice que las mejoras, las renovaciones, las reinvenciones no siempre funcionan. Hay más empresas TIC en el cementerio, que firmas tecnológicas vivas y boyantes. 

BigTech (Apple, Microsoft, Google, Amazon, Meta) ha aprendido la lección y, para evitar ser sujeto pasivo de la destrucción creativa de Schumpeter, compra empresas constantemente: startups, muchas, grandes empresas, algunas, como Microsoft con Activision. Para evitar caer en la obsolescencia que lleva al cementerio, la velocidad de adaptación al cambio se acerca a la inmediatez: las firmas tecnológicas no pueden esperar a desarrollar internamente capacidades digitales nuevas, que pueden llevar años de implementación, cuando, comprando el talento fuera, inmediatamente adquieren el conocimiento y la tecnología necesarios para seguir estando en vanguardia. Este es uno de los motivos (y los buenos resultados, a pesar de los despidos para ahorrar costes y ganar más dinero) por el que Apple, Microsoft y Alphabet (Google) son las tres empresas más valoradas del mundo a 1 de marzo de 2023.

Autopistas gratis

Las operadoras de telecomunicaciones -ha publicado toda la prensa mundial estos días a propósito del #MWC2023 en Barcelona- valen mucho menos que hace 20 años, y su gran activo son las redes: también, hoy, son su “maldición”, porque las empresas de Internet las utilizan como si fueran autovías (es decir, gratis), llevándose los beneficios de la venta de sus productos y servicios (aplicaciones, banca electrónica, redes sociales, comercio electrónico, smartphones…) y no, autopistas de peaje.

En el frente de la regulación, el de la judicatura y los organismos de la competencia, especialmente en Europa, las operadoras de telecomunicaciones piden que las autoridades (Comisión Europea; y la FCC en Estados Unidos) obliguen a las OTT (over the top, se las llama, pero son BigTech) a pagar por el uso de las redes. Que culminen bien o no dichos esfuerzos, hoy, nadie lo sabe. Europa, en el mejor de los casos, impone multas a Google, Amazon, Meta en razón de su dominio del mercado. 

 

De nada sirve que Europa tenga 400 operadoras de telecomunicaciones (en EEUU destacan seis, las antiguas Baby Bells: Verizon, Comcast, AT&T, etc.). Son muy pequeñas, las europeas, tanto en facturación como en valor en bolsa. Pero la Comisión Europea -porque hay 27 estados miembros, cada uno con empresas nacionales- no ve con buenos ojos la fusión entre compañías del mismo sector. Una prueba de fuego será la aceptación de la fusión entre Orange España y Más Móvil.

Supermercados digitales

Cloud está en manos de tres jugadores BigTech: Amazon Web Services (AWS), Microsoft Azure y Google Cloud. Con ellas, alcanzan acuerdos las operadoras de telecomunicaciones. 

Empresas de ciberseguridad, hay más que setas en temporada: Fortinet, Check Point, Palo Alto Networks, Symantec, McAfee…; sin cloud y sin ciberseguridad no hay posible transformación digital. Las “telecos” incluyen los servicios de las empresas de ciberseguridad en su oferta comercial. Como hacen con las televisiones en streaming: Netflix, Amazon Prime Video, HBO Max, Disney+ y otras, que venden directamente al consumidor sus servicios y, también, son parte de la oferta de las “telecos”. 

Lo mismo sucede con Big Data, Business Intelligence, Predictive Analytics, donde las telecos necesitan a Salesforce, Oracle, SAP, BMC Software, SAS etc. La inteligencia artificial no ha nacido con los Chatbots recientemente famosos: Deep Mind de Google, Watson de IBM, Alexa de Amazon, Siri de Apple, etc. existen hace muchos años y, de Deep Learning se empezó a hablar y trabajar en 1967, pero no ha cuajado hasta que no ha habido suficiente (ingente) cantidad de datos para alimentar la inteligencia artificial.

Convergencia

Si se produjese una segunda convergencia (ya hubo una hace 20 años, entre movilidad y computación, como explica Richard Baldwin), es posible que sí sucediera de manera progresiva (o no) un cambio de era. 

Pero, por contraste con lo que los expresidentes (Greenspan, Bernanke, Yellen) de la Reserva Federal americana (FED) denominan en términos económicos la “Gran Moderación” de las tres últimas décadas, hoy el mundo vive una encubierta segunda guerra fría entre EEUU (y aliados) y China-Rusia (y aliados); el crecimiento económico es pobre y se habla a diario de posible recesión mundial; los problemas de la cadena de suministro mundial que afecta desde a la empresas de alimentación, y distribución a los fabricantes de chips para cualquier producto electrónico (Intel, AMD, Nvidia, Qualcomm, Apple, Samsung, TSMC), aún no están resueltos. Tampoco la inflación, que sigue presente y hace sufrir por igual a familias, pymes y autónomos. 

La guerra en Ucrania y un potencial conflicto en Taiwán, hacen que los jugadores medianos de la escena internacional sean prudentes. Hay quien va más allá: el presidente de Deutsche Telekom dijo en el MWC2023 de Barcelona que era una pena que Europa no contase nada en el mundo.

Nacen integradores de tecnologías de nueva generación que aglutinan las tecnologías de la digitalización. Quizá sean el primer paso de esa nueva era de que habla la GSMA: un “supermercado digital”.

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