Pedro J. Ramírez y Juan Luis Cebrián se enzarzan a propósito del CESID

Pedro J. Ramírez, director de El Español.

Las pasiones del periodismo no desfallecen, aunque pasen décadas. El último ejemplo se pudo observar el pasado martes, cuando Pedro J. Ramírez y Juan Luis Cebrián, dos de los periodistas más importantes desde la restauración de la democracia, se enzarzaron a consecuencia del CESID.

Los hechos ocurrieron durante la presentación del libro ‘El Jefe de los Espías’, de Juan Fernández-Miranda y Javier Chicote. En el acto, los exdirectores de El Mundo y El País discutieron a raíz de la labor de Emilio Alonso Manglano, director del Centro Superior de Información de la Defensa entre 1981 y 1995.

La polémica surgió cuando se abordó la época de Felipe González en el Gobierno. En aquellas fechas, Pedro J. Ramírez y otro grupo de periodistas entre los que se encontraba Luis María Anson, el otro protagonista del debate, cargaron duramente contra el líder del PSOE al creer que con su permanencia en el poder ponía en peligro la salud de la todavía joven democracia española.

Pedro J. Ramírez, líder de aquel movimiento contra Felipe González, publicó varias exclusivas y el pasado martes se mostró vivamente en contra del trabajo del exdirector del CESID. Lo llegó a llamar “presunto delincuente con galones”, asegurando además que “quedó impune por las presiones” del rey Juan Carlos I al poder judicial.

Ante este ataque, el exdirector de El País (que aún cuenta con cierto poder en el periódico, aunque debe lidiar con un movimiento en contra), reaccionó señalando que, aunque lo que se describía en el libro era “moralmente reprochable”, otros Estados también “tienen cloacas” y que no era diferente a lo que hacían otros jefes de servicios de inteligencia.

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Al ver cómo los reproches iban subiendo de nivel, el otro invitado en el debate, el exdirector de ABC, Luis María Anson, trató de ejercer de mediador y bajar los decibelios de la conversación salpicando su intervención de varias bromas.

Según le cuentan al Chivato, Anson se había preparado una intervención donde mezclaba puntos en contra y a favor del trabajo de Manglano pero al ver cómo transcurría el debate, decidió optar por que la conversación entre los ex directores no fuera a mayores.