Citroën Oli. Soluciones para el futuro
Con una carrocería de inédito diseño que recuerda a los SUV, el coche concepto Citroën Oli es una especie de laboratorio rodante que porta un importante paquete de soluciones aplicables en futuros modelos de producción de la marca. Porque sus formas no se plasmarán en ningún vehículo de calle.
Citroën es una marca que desde sus orígenes ha ido profundamente ligada al vanguardismo. Vanguardismo en el diseño de sus coches, en las tecnologías empleadas; o sea, vanguardismo en el fondo y en las formas. Toda una lección de inéditas formas, que albergan en su interior un conjunto de diversas e innovadoras propuestas, configuran el Citroën Oli. Un interesante coche concepto de 4,20 m de longitud por 1,90 m de ancho en formato SUV. Su carrocería cuenta con cuatro puertas, con la peculiaridad de que las traseras abren en sentido contrario a la marcha (tipo suicida). También sorprende la capacidad de transformación del maletero, que puede convertirse en un espacio de carga similar al de los pick-up.
La fórmula que esconde el Citroën Oli bajo una apariencia que no deja indiferente a nadie se plasma en una firme apuesta por el uso de materiales reciclables, por el aligeramiento del peso y por la propulsión eléctrica. Se erige en una especie de antesala de cómo serán los vehículos familiares venideros, presentándose como el familiar de la década de 2030. A este respecto encierra todo un laboratorio de ideas que propone un amplio a la vez que variado elenco de soluciones prácticas que dan un giro radical al concepto “cero emisiones”, pues rompe con la tendencia de fabricar coches familiares pesados, complejos y caros. Así, por ejemplo, para reducir costes de fabricación el cristal del parabrisas es plano.
El Oli saca el máximo partido a su propulsor eléctrico gracias a que los materiales empleados en su construcción dejan el peso en unos contenidos 1.000 kg, lo que le permite una autonomía de 400 km, mientras la batería puede cargarse del 20% al 80% en tan solo 23 minutos. Además reclama una comprometida defensa de la economía circular, contando con componentes idénticos totalmente intercambiables y reciclables.
Eficiencia a través del diseño
Para el desarrollo del Citroën Oli se ha tomado como base de partida el exitoso Citroën Ami, al que se ha añadido un profundo trabajo de investigación en lo concerniente a tecnologías, arquitectura y materiales. Su hoja de ruta se asienta sobre cuatro pilares básicos: rebajar el peso del vehículo, alargar su vida útil, contribuir a la economía circular en base a la utilización de materiales reciclados y asimismo reciclables y, por último, alcanzar la máxima eficiencia. Con un peso que no supera los 1.000 kg y un consumo de 10 kWh, está en disposición de poder ofrecer una autonomía de hasta 400 km con una velocidad máxima de 110 km/h.
En el diseño de la carrocería del Citroën Oli se ha ido más allá de lo que significa el mero diseño, adecuándolo a aspectos prácticos como el reciclaje o la posibilidad de intercambiar componentes. Son idénticos a la par que están confeccionados en materiales muy ligeros los paragolpes, las puertas delanteras y las molduras de protección. Los paneles planos del capó, techo y zona de carga están construidos en cartón de nido de abeja, soportando perfectamente el peso de un hombre. En cuanto a las llantas mezclan acero y aluminio.
El habitáculo destaca por su amplitud y practicidad. Los asientos de malla combinan diseño y ergonomía, mientras el piso plano puede limpiarse perfectamente con agua procedente de una manguera gracias a una serie de orificios de desagüe. La zona portaobjetos del salpicadero está realizada en poliuretano termoplástico impreso en 3D de color naranja brillante. Incluye una especie de setas flexibles que permiten mantener en su sitio, sin que se deslicen, infinidad de objetos.
Sencillez extrema la que muestra este salpicadero, que no incluye ninguna pantalla para el sistema multimedia. De sus funciones se encargan ahora el smartphone o la tablet del usuario, para los que se contemplan una serie de soportes de fijación. En un riel electrificado se pueden conectar diversos accesorios mediante tomas USB, en tanto dos salidas de aire dirigidas respectivamente a conductor y acompañante permiten el uso de una unidad de aire acondicionado más pequeña a la par que eficiente.
En definitiva, el Citroën Oli más que un ejercicio de estilo abre las puertas a innovaciones, a nuevas alternativas que se podrán ver en próximos lanzamientos de la marca. Para ello explora campos tan variados como los materiales, el confort, la reciclabilidad o la eficiencia de la movilidad eléctrica.
