Camisas que no transpiran, botas con las que te cueces los pies y pistolas sin entregar. Los policías se quejan de que su nuevo uniforme no es operativo ni cómodo

La primera y principal de sus reclamaciones tiene que ver con las nuevas camisas. Se trata de prendas de color azul marino, un color muy cercano al negro. Según agentes que ya han trabajado con la nueva equipación, las nuevas camisas no traspiran y provocan un exceso de sudor. Además, reclaman, cuando hace demasiado calor (en verano), la tela se queda pegada al cuerpo.

De hecho, algunos agentes han notado como sus prendas pierden algo de color cuando las lavan. No obstante, este no ha sido un hecho generalizado.

Además, la dirección general decidió sustituir el tradicional zapato de suela por unas botas de color negro. Los policías aseguran que con ellas se cuecen los pies en los días más calurosos y que no les resultan nada agradables en su trabajo diario.

Otra de sus reivindicaciones tiene que ver con las pistolas nuevas que la dirección general empezó a repartir hace ya nueve años, en 2000. Se trata de la H&K (Heckler & Koch) modelo USP-Compact, un arma semiautomática del calibre 9 mm Parabellum y que sustituye paulatinamente a la STAR 28PK actualmente en servicio en la Policía Nacional.

Pues bien, nueve años después de las primeras adquisiciones de este nuevo modelo, aseguran las fuentes consultadas, apenas un 35% de los agentes cuentan con ella y siguen trabajando con el modelo antiguo.

Hay que recordar que el Ministerio del Interior adjudico a la firma alemana la dotación, durante los próximos cuatro años, de 8.206 pistolas por año. El monto total de la operación asciende a 13,3 millones de euros. Cada arma cuesta 407 euros, más variación del IPC.

Los agentes, en cambio, valoran positivamente la nueva gorra (que sustituye a la anterior de plato) y la estética de la nueva uniformidad, mucho más moderna.

Vea a continuación algunos detalles de los nuevos uniformes de la Policía que han sido objeto de las quejas y de las nuevas pistolas: