“Hay que salvar a Zapatero”. El Gobierno y el PSOE han construido un ‘muro’ de ministros y portavoces para aislar al presidente y evitar así su derrumbe

Fuentes cercanas al presidente del Gobierno, a las que ha tenido acceso El Confidencial Digital, explican de esta forma la ‘operación’ de salvamento que han organizado los socialistas en torno a Zapatero:

-- El recorte del sueldo de los funcionarios y el tijeretazo a las pensiones han ‘penetrado como una bala’ en la opinión pública, reconocen estas fuentes. Los ciudadanos, en su amplia mayoría, han mostrado su rechazo frontal a estas medidas y estamos perdiendo muchos de sus votantes que confiaron en Zapatero en marzo de 2008.

-- Ante esta pérdida de apoyo social, el Gobierno en pleno y el partido han ideado una estrategia de fondo para defender al presidente. Personas de su entorno definen el plan como “un muro protector” para no desgastar aún más la imagen del presidente, ya “muy deteriorada”, reconocen.

-- El objetivo es que la popularidad Zapatero no siga derrumbándose. Para ello, las instrucciones concretas son que los ministros y los cargos nacionales del partido salgan públicamente ‘al rescate’, es decir, a defender del presidente.

-- Desde que Zapatero compareció en el Congreso, el 12 de mayo, ministros y dirigentes socialistas se han dedicado a defender las medidas adoptadas. Lo han hecho, tanto en el Parlamento, como en las comunidades autónomas o ante los medios de comunicación.

-- Los elegidos para ‘proteger’ a Zapatero del derrumbe de popularidad son, principalmente, cuatro. Las fuentes socialistas dan estos nombres: José Blanco, María Teresa Fernández de la Vega, Elena Salgado y Leire Pajín.

-- Las dos vicepresidentas, política y económica, fueron las encargadas de presentar las medidas tras el consejo, y la consigna fue que dieran a los periodistas todas las explicaciones que fueran necesarias. De hecho, la rueda de prensa posterior al consejo de ministros se alargó hasta más allá de las nueve de la noche.

-- José Blanco ha acudido a ‘La Noria’ (en Telecinco), Telemadrid (aunque esta entrevista estaba concertada con un mes de anterioridad), a Cuatro, a RNE, a Onda Cero y a la COPE con el mismo objetivo.

-- Las declaraciones más contundentes las realizó el ministro de Fomento. En la última sesión de control, en el Congreso, ejerció como máximo representante del Gobierno y dio la cara ante el Pleno en ausencia de Zapatero, De la Vega y Salgado. Más tarde, en comisión, anunció un drástico recorte en la obra público, diciendo: “Si por decir la verdad tengo que asumir un coste político, estoy dispuesto”, lo que se interpretó como que asumía él las consecuencias a base de quitar del foco al presidente.

-- La última operación para defender al presidente la protagonizó el ministerio del Interior. Tal y como se contó en estas páginas el sábado, la Guardia Civil tuvo que acelerar la operación que descabezó a la cúpula de ETA en Bayona, para hacerla coincidir en el día con el consejo de ministros que aprobaba las medidas anticrisis. Una maniobra que fue definida por los expertos antiterroristas de la Benemérita como “lo nunca visto” –acceda a la noticia aquí-.

Problemas de comunicación

Uno de los principales problemas del Gobierno ha sido su política de comunicación. De hecho, una serie de errores de coordinación y de información llevaron al presidente a tomar una medida drástica: decidió sustituir a Nieves Goicoechea y colocar al frente de la secretaría de Estado de Comunicación a un periodista veterano y conocido, Félix Monteira –vea aquí los fallos que molestaron a Zapatero-.

El objetivo del relevo era establecer una nueva política informativa y transmitir una imagen diferente del presidente del Gobierno: evitar que Zapatero dé la cara ante los periodistas porque para eso ya están María Teresa Fernández de la Vega y los ministros –acceda aquí a la noticia-