Por qué la izquierda se desplomó el 28-M: la abstención y el espejismo del voto oculto

El estudio detallado de los resultados constata una derecha “hipermovilizada” y un fuerte apoyo rural a PP y Vox

El presidente del Gobierno de España y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, durante un acto de campaña del PSOE de Castilla-La Mancha, en Puertollano, junto al secretario regional del PSOE en Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page.
  1. Fragmentación de la izquierda
  2. La abstención: principal reto a combatir
  3. Sin voto oculto
Militantes del PP ante la sede nacional de la calle Génova tras la victoria de las elecciones autonómicas y municipales del 28-M.

El pasado domingo el Partido Socialista perdió seis gobiernos autonómicos y dos capitales fundamentales: Sevilla y Valencia. Aunque los socialistas no perdieron mucho voto (apenas un 1%), el Partido Popular le arrebató la mayoría del poder territorial por el derrumbe de los partidos a su izquierda. Podemos, Izquierda Unida, Más Madrid, Compromís, los comunes... Muchas formaciones que han dividido los apoyos y han dificultado rentabilizarlos. Esta clave fue una de las causantes de que la derecha arrasase este domingo sumada, principalmente, a la abstención, según explican a Confidencial Digital desde las empresas demoscópicas.

Fragmentación de la izquierda

Los partidos de izquierda no acudieron unidos frente a un bloque de derechas que solo tenía dos opciones: el PP y Vox. Muchos sufragios se quedaron en el camino. Muchas formaciones a nivel local y regional no alcanzaron el porcentaje de sufragios necesarios como para entrar en sus respectivos parlamentos. Todos esos votos se fueron a la basura y facilitaron que la derecha rentabilizase aún más sus votos.

Un ejemplo claro es el de Huesca. En las elecciones municipales Podemos, Cambiar Huesca, Equo y el CHA (Chunta Aragonesista), fuerzas de izquierdas, se quedaron al borde entrar al parlamento, con casi el 5% de los sufragios necesarios para obtener representación. Todos concurrieron por separado y se quedaron entre el 4,3% y el 4, 68%. Juntos hubiesen sumado casi el 18% de los apoyos, lo que hubiese dado la alcaldía a la suma de esta hipotética coalición con el PSOE. Sin embargo, el PP y Vox gobernarán la ciudad. 

El secretario general del PSOE de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, a su llegada a la Comisión Ejecutiva Regional tras el 28-M.

La abstención: principal reto a combatir

La segunda clave que explica la debacle del pasado domingo es la abstención. La gran bestia negra de la izquierda. La participación no fue mucho menor a la de 2019, poco más de un punto por debajo. Pero gran parte de los que fueron a votar formaban parte del electorado de la derecha, que está "hipermovilizado", según afirman fuentes de GAD3 a ECD.

Las disputas entre las distintas fuerzas de izquierda ha generado que parte de ese votante se quede en casa. En Ferraz eran conscientes de este reto, tanto para los comicios municipales como para el 23-J. De ahí la importancia que depositaban hace unas semanas en Sumar: "Se llevará mucho voto que ahora está en la abstención y disputará los últimos escaños de las circunscripciones a Vox". Tras el adelanto electoral, el objetivo no ha cambiado, pero el PSOE apela ahora al voto útil para aglutinar a toda la izquierda posible ante la inminente llegada de la "ultraderecha".

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Sin embargo, la izquierda no ha sido capaz de movilizar a su electorado. La abstención ha superado el 36% del total de ciudadanos convocados a las urnas. Se trata de la cuarta cifra más alta de todas las elecciones generales o autonómicas y municipales celebradas desde la Transición. Solo se alcanzaron datos más altos en los comicios locales de 1979, 1991 y 2007. 

Sin voto oculto

Ante las encuestas que señalaban un posible mal resultado de los socialistas, desde el PSOE se agarraban a la posibilidad del "voto oculto". Se trata de los apoyos que no pueden recoger las encuestas porque las personas entrevistadas no dicen la verdad sobre a qué partido van a votar. Ya sea por vergüenza o por no querer revelarlo.

Estos casos se han dado con candidatos impopulares como el expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, cuando era candidato. Las encuestas no previeron que alcanzaría la Casa Blanca y siempre dieron como vencedora a su oponente, Hillary Clinton. En este caso, desde Ferraz consideraban que muchos ciudadanos no admitían querer votar a los socialistas por el ambiente hostil contra su secretario general y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Sin embargo, esta teoría ha resultado errónea. Fuente de las principales empresas demoscópicas señalan a ECD que no ha habido voto oculto. Los encuestados dijeron la verdad cuando fueron consultados y, como reflejaban encuestas como las publicadas por GAD3, el PP ganó las elecciones con más de siete millones de sufragios.

La portavoz del PSOE y ministra de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría, interviene en una rueda de prensa durante el seguimiento de la jornada electoral en la sede federal del PSOE, a 28 de mayo de 2023, en Madrid.