Los votantes del PSOE no quieren la regulación del aborto que promueve el Gobierno: sólo un 28,9% aceptan la ley de plazos

La implantación de una ley de plazos en el aborto, es decir, la libre interrupción del embarazo durante los primeros meses sin necesidad de causa alguna para ello, no es aceptada por la mayoría de los votantes, incluidos los socialistas. Así se desprende de los datos sociológicos del CIS.

En concreto, una ley de plazos como la que ahora promueve el Gobierno de Zapatero sólo es admitida por un 28,9% de los votantes del PSOE, según un informe elaborado por La Vanguardia a partir de las encuestas sociopolíticas del Centro de Investigaciones Sociológicas.

Según ese informe, la despenalización del aborto provoca una clara polarización entre los españoles. Más del 80% de los votantes del PSOE y de CiU (y más del 90% de los de IU o Esquerra) respaldan la despenalización en algún supuesto, frente a más del 41% de los electores del PP que no lo admiten en ningún caso.

Casi el 60% de los votantes de CiU aceptan la despenalización del aborto con escasas cortapisas, frente a menos de la mitad del electorado socialista (45,5%) o uno de cada cinco votantes populares (21%).

En cuanto a la clase de religión los partidarios de que sea obligatoria disminuyen, incluso entre los votantes del PP, mientras que los votantes socialistas son los que más defienden la libre elección. Pero, al mismo tiempo, el 50% de los que votan al PSOE desea que sus hijos asistan a clases de religión. En el caso de CiU, un 40% de los electores rechaza la obligatoriedad, tasa superior a la que se registra entre el voto socialista.

Ha aumentado el porcentaje de españoles que no consideran necesarias las creencias religiosas (roza el 60%), pero también se ha incrementado (del 19% al 26%) la cifra de ciudadanos que piensan que la Iglesia da respuestas adecuadas a los problemas de la vida familiar.

Los españoles se muestran más bien en contra de que las niñas musulmanas puedan asistir al colegio con velo: un 46% lo admite y un 37% lo rechaza. La izquierda estatal registra una ligera ventaja de los partidarios de aceptar el velo, mientras las formaciones de centroderecha (PP y CiU), pero también los independentistas de ERC, expresan un rechazo mayoritario (en torno al 60% en el caso de populares y republicanos, y de casi el 70% en el de los nacionalistas).

Cuando se pregunta a los distintos grupos de votantes por qué causa estarían dispuestos a sacrificar su vida, sólo uno de cada diez votantes del PSOE o de ERC (y ninguno de CiU) estaría dispuesto a morir por su país. En cambio, lo harían dos de cada diez votantes del PP.

Si se plantea morir por la democracia, los votantes del PP e Izquierda Unida se muestran más remisos, mientras que por encima del 20% de los electores socialistas y de CiU (y un tercio de los de Esquerra) estarían dispuestos a dar su vida por la convivencia democrática.

Uno de cada cuatro votantes del PP afrontaría el martirio en defensa de su fe, algo que sólo haría uno de cada diez electores socialistas, nacionalistas o independentistas.

 

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