Los sobres y paquetes de Correos Express no pasan por escáneres de rayos X un año después del envío de balas a Marlaska y Pablo Iglesias

Los envíos se distribuyen a través de 50 almacenes provinciales en los que no se ha reforzado la seguridad. Se gestionan bultos de hasta 40 kilos

Sobres y paquetería de Correos Express - Twitter @CorreosExpress

El envío de cartas con amenazas de muerte y cartuchos de balas o navajas ensangrentadas sacudió la política española en abril de 2021, en medio de una tensa campaña electoral para las elecciones autonómicas en la Comunidad de Madrid.

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska; la directora general de la Guardia Civil, María Gámez; y el ex vicepresidenta segundo y candidato de Unidas Podemos en esas elecciones, Pablo Iglesias, fueron los destinatarios de tres sobres que contenían cartuchos del calibre 7,62 x 51, utilizado en fusiles de asalto.

La ministra de Industria, Reyes Maroto, recibió un sobre con una navaja manchada con lo que parecía sangre. Posteriormente los Mossos d’Esquadra interceptaron en Barcelona una carta con balas que iba dirigida a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

Estos paquetes se enviaron por correo postal, superaron los filtros de seguridad de Correos y en algunos casos llegaron incluso a los despachos de los destinatarios, entre los que había dos ministros y la responsable política de un cuerpo de seguridad.

Medidas de seguridad insuficientes

Estos incidentes pusieron en duda la efectividad de las medidas de seguridad que existen tanto en las oficinas de Correos como en los ministerios y edificios oficiales. La pregunta que surgió inmediatamente fue que cómo podía ser tan fácil hacer llegar a un ministro una carta con una bala dentro.

Vídeo del día

Abascal: “Hemos asistido a un bochorno internacional de consecuencias incalculables”

 

Ha pasado más de un año desde entonces, y los sindicatos Comisiones Obreras y UGT denuncian a Confidencial Digital que la empresa Correos Express, filial de Correos, no posee actualmente ningún escáner de rayos X en sus más de 50 centros provinciales distribuidos por España.

Fuentes de ambos sindicatos aseguran que los centros de la empresa de paquetería, perteneciente al grupo Correos, no cuentan con ningún tipo de seguridad para escanear los paquetes. Informan que no hay ningún tipo de control de los bultos que llegan y salen de las dependencias.

Correos Express tiene un almacén en cada provincia, al que llegan y desde el que se distribuyen las cartas y paquetes.

“Es normal que no pasen por el escáner todas las cartas. Pero los paquetes grandes, más aún si vienen del extranjero, deben pasar por escáner. En algunos centros de tratamiento automatizado (más de 10 en España donde Correos trata la correspondencia) sí que cuentan con estos servicios. Pero en los de Correos Express no”, subrayan los sindicatos. Y son cincuenta instalaciones.

Las mismas fuentes sindicales informan que Correos se encuentra absorbiendo algunos centros provinciales de Correos Express hasta finales de este año, por lo tanto, no contarán con las mismas medidas de seguridad que otros trabajadores que realicen sus labores en centros de Correos que originariamente han dispuesto de esta tecnología.

Desde Correos Express indican que no se acogen a la normativa vigente para los envíos postales de la empresa principal, por lo tanto no entra el uso de escáner.  "La operativa de Correos Express, y de todas las empresas de paquetería urgente, es distinta de la operativa postal, puesto que los clientes están plenamente identificados, por lo que no existe el anonimato. No es igual que dejar un envío en un buzón. Los clientes son plenamente responsables de la mercancía que envían", informan. "El riesgo en seguridad para los operarios del Grupo Correos no cambia por la nueva operativa", zanjan. 

A raíz de la alerta por las cartas con balas o navajas enviadas a políticos en la primavera de 2021, Correos revisó el contrato con la empresa de seguridad que se encargaba de esa tarea en sus oficinas y centros de gestión de envíos.

Solicitó expulsar al empleado que había dejado pasar estos paquetes y abrió expediente a la empresa.

Peligro con los envíos grandes y pesados

“Con el fin del terrorismo de ETA es comprensible que se bajasen las medidas de seguridad para agilizar el trabajo, pero es necesario que los envíos grandes y pesados pasen un escáner”, afirman representantes de los trabajadores de Correos Express.

Según consta en la página web de Correos Express los envíos pueden ser de unos 40 kilogramos como máximo, mientras que en Correos el límite es de 30 kilogramos. Cabe apuntar que un rifle de asalto pesa en torno a cuatro o cinco kilogramos y mide 80-90 centímetros, mientras que un fardo de hachís pesa unos 30 kilos.

Fuentes de la empresa aseguran que no se está actuando ante estas brechas de seguridad para “abaratar costes”. Los escáneres “son instrumentos bastante caros y cuesta mantenerlos activos y en buen funcionamiento, pero se priva de la seguridad al trabajador que puede estar manipulando un paquete peligroso. Las nuevas instrucciones no hablan de la obligación de tener escáner en estos centros”, señalan los sindicatos.

No es la primera vez que los escáneres de Correos localizan paquetes sospechosos que finalmente contenían botellas con hachís, armas cortas o incluso explosivos.

ETA ya utilizó el correo postal

La banda terrorista ETA mandó por correo postal varios paquetes con explosivos para asesinar de forma selectiva a determinados objetivos. Un cartero resultó herido grave en 1995 con un paquete bomba dirigido al banquero Alfonso Escámez (presidente del Banco Central) y la Policía desactivó otro dirigido a Alfonso Cortina.

El periodista Gorka Landáburu quedó ciego de un ojo y perdió varios dedos por un paquete bomba. Carlos Herrera pudo avisar a la Policía antes de abrir una caja de puros con explosivos que le mandó ETA.

Antes, en 1989, un cartero perdió la vida al ir a dejar una carta en el buzón de un militante de Herri Batasuna en Rentería (Guipúzcoa).

Más recientemente, en 2017, sucursales de la compañía aseguradora Generali y de la Cámara de Comercio de Italia en Zaragoza recibieron paquetes con explosivos y metralla que obligaron a avisar a los Tedax de la Policía Nacional. Se atribuyó el envío a grupos anarquistas.