Sanidad evalúa un tratamiento contra la tuberculosis adaptado a los niños ante los casos registrados en España
Este fármaco ya está disponible en 93 países de África, Asia... La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) trabaja para darle el visto bueno final
- Tratamiento adaptado para niños
- Síntomas inespecíficos en niños
- Los niños como casos centinelas
- La primera causa de muerte antes de la pandemia
Con la irrupción de la pandemia el sistema sanitario se saturó, así como los servicios de vigilancia epidemiológica. Todos los esfuerzos se centraron en paliar la trágica situación de casos infectados por Covid-19.
A su vez, esto impactó en la notificación de casos del resto de enfermedades, entre ellas, la tuberculosis, según aseguran los expertos.
Epidemiólogos, médicos y enfermeros alertaron que “hemos avanzado muy poco en mucho tiempo” durante la 11º Jornada de Actualización de la Red contra la Tuberculosis y por la Solidaridad (TBS)-Stop Epidemias que se celebró el pasado 22 de marzo en la Sede del Consejo Oficial de Médicos. Y señalaron la tuberculosis pediátrica, sobre todo en los menores de cuatro años, como un foco en el que se debe prestar especial atención.
“La pandemia nos ha frenado la identificación de casos de tuberculosis, y con ello el estudio precoz y el análisis de estos casos. A corto o medio plazo significará un aumento de los casos”, asegura el Coordinador del Grupo de Trabajo de Tuberculosis de la Sociedad Española de Infectología Pediátrica (SEIP), Antoni Noguera Julián.
A día de hoy, en España, “la tuberculosis infantil es una enfermedad curable en el 100% de los casos, pero no quiere decir que sea fácil” asegura el pediatra.
Sin embargo, también apunta que los tratamientos existentes hasta la fecha en España no son adecuados para los niños, pero están trabajando con la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) para importarlos cuanto antes.
Tratamiento adaptado para niños
Actualmente en España, cuando un niño es diagnosticado con tuberculosis el tratamiento es largo y tedioso, porque la mayoría de los medicamentos se suministran en pastillas lo que dificulta la toma de los más pequeños.
El miembro de SEIP explica que los tratamientos que se dan de inicio para tratar la tuberculosis infantil se alargan un mínimo de cuatro meses. El niño debe tomar más de una pastilla diaria, normalmente en ayunas, y esperar un tiempo considerable para que el estómago lo absorba adecuadamente.
“Las familias tienen que triturar el tratamiento y mezclarlo con un poco de agua. Al principio, sobre todo los más pequeños, suelen escupir o vomitar el tratamiento porque el sabor es bastante desagradable”, apunta Nogueira Julián.
Este es el motivo por el que desde SEIP y otras muchas sociedades pediátricas están luchando por la aprobación de las combinaciones pediátricas de dosis fijas (CDF) de medicamentos contra la tuberculosis por parte de la AEMPS.
Las CDF son unos comprimidos que combinan, en las dosis recomendadas según las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 2010 para el tratamiento de la tuberculosis pediátrica, los dos o tres medicamentos existentes: Rifampicina (R), Isoniazida (H) y Pirazinamida (Z). Se toman en dos fases: la intensiva durante dos meses y la continua durante cuatro meses.
Estas CDF llevan disponibles desde junio de 2019 en 93 países donde la tuberculosis es una enfermedad endémica. Se disuelven fácilmente en el agua, tienen gustos agradables y son las dosis correctas para los niños.
“Han cambiado drásticamente el tratamiento de la tuberculosis pediátrica en aquellos países donde se utilizan. Yo espero que en España estén trabajando en ello y no tarden muchas más semanas o algunos meses en importarlos”, cuenta el pediatra.
Síntomas inespecíficos en niños
Los expertos aseguran que la tuberculosis es difícil de diagnosticar, sobre todo en los niños, porque los síntomas son muy inespecíficos. Este es uno de los problemas que tiene la enfermedad y por eso se suele diagnosticar tarde.
Dejar de comer, un cambio de carácter, un poco de fiebre, no ganar peso cuando le tocaría...son algunos de los síntomas que un menor de dos años puede expresar cuando tiene tuberculosis, pero también son los síntomas de otras muchas patologías.
"A menudo tarda en saltar la alarma que conlleve a un diagnóstico de la tuberculosis. No es fácil establecer un patrón claro de síntomas. Por eso el personal sanitario debemos tener en cuenta esto, y considerarla como posible diagnóstico en cualquier momento", aclara el experto en tuberculosis pediátrica.
El último informe de vigilancia de la tuberculosis publicado por la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE) analiza los casos de 2021. Ese año se notificaron 155 casos de tuberculosis en menores de 15 años, una cifra más baja respecto a los 194 casos de 2020.
Sin embargo, focalizando las cifras en los menores de cinco años, se notificaron 20 casos más en 2021 que 2020, 79 y 59 casos respectivamente.
Aunque Zaida Herrador Ortiz, epidemióloga en el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), avisa que hay que tener "especial precaución con estos resultados, sobre todo en la comparativa con 2020, porque la situación pandémica tuvo su impacto en la vigilancia y control de esta enfermedad".
"Estas cifras pueden parecer bastante bajas comparadas con las de los países en vías de desarrollo, pero teniendo en cuenta que es una enfermedad que podría estar erradica si se hicieran buenas campañas de diagnóstico y de tratamiento preventivo... Para nosotros cada nuevo caso es un pequeño fracaso", asegura Antoni Noguera.
El mismo explica que la posibilidad de desarrollar la enfermedad cuando una persona se infecta es inversamente proporcional a la edad.
Un adulto infectado tiene solo entre un 10% o un 15% de posibilidades de padecer la enfermedad, mientras que un niño, sobre todo por debajo del año, la probabilidad de que se ponga enfermo es de un 30% o 40%.
La científica del ISCIII explica que "los menores de cinco tienen mayor susceptibilidad, al tener un sistema inmune menos desarrollado. Además, de especial importancia, los bebés y los niños pequeños son más propensos que los niños mayores y los adultos a desarrollar formas potencialmente mortales de tuberculosis".
Los niños como casos centinelas
Cuando se diagnostica tuberculosis a un menor y no se sabe el foco de contagio, es decir, se desconoce quién es el adulto de su entorno que le ha contagiado, los expertos lo denominan caso centinela.
"Quizás este tío, padre o abuelo que ha contagiado al menor lleva con tos desde hace tiempo, sudoración nocturna, etc., pero nunca ha pensado que podría padecer de tuberculosis, se lo contagia al niño. Gracias al diagnóstico de este caso centinela nos ayuda a identificar a la persona adulta infectada para curarla e interrumpir la cadena de transmisión", explica el experto en tuberculosis.
En el caso de los niños con tuberculosis los expertos aseguran que muy rara vez son transmisores de la enfermedad porque su capacidad pulmonar está mucho menos desarrollada que la de un adulto y no tienen las llamadas 'cavernas' en el pulmón.
Estas 'cavernas' son agujeros en el pulmón que están llenos de bacterias. Cuando el adulto tose suelta estas bacterias al exterior, pero en los pulmones de los niños estas 'cavernas' no existen.
La primera causa de muerte antes de la pandemia
La tuberculosis respiratoria es una enfermedad contagiosa de declaración obligatoria desde principios del siglo XX.
Antes de la aparición del Covid-19 era la primera causa de muerte por una enfermedad infecciosa en el mundo, por encima del VIH o el SIDA, según la OMS.
Alrededor de 10,6 millones de personas contrajeron esta enfermedad en 2021 y 1,6 millones fallecieron por ella, según el último informe sobre la tuberculosis publicado por la OMS en 2022.
A día de hoy, en España, la tuberculosis no es una enfermedad endémica, pero sigue habiendo casos. Los expertos la consideran una enfermedad estigmatizada.
“Es un tema del que no se habla. Muchas familias cuando les digo que su hijo tiene este diagnóstico se sorprenden porque creen que esta enfermedad está erradicada” cuenta el doctor Noguera Julián.
También añade que el grueso de las familias suelen asociarlo a ambientes desfavorables afectados por la pobreza.
Sin embargo, los datos más actuales sobre la tuberculosis en España cifran en 3.754 casos durante 2021, según el último informe de vigilancia de la tuberculosis publicado por la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE).
La epidemióloga explica que las cifras del último informe son positivas porque se han reducido los casos con respecto a los años anteriores, pero considera que va a ser difícil cumplir con los objetivos impuestos por la Organización Mundial de la Salud.
Una reducción del 90% en el número de muertes por tuberculosis y una reducción del 80% en la tasa de incidencia en 2030 en comparación con las cifras de 2015.
El objetivo final de la apuesta de la OMS es erradicar definitivamente la tuberculosis a nivel mundial, al igual que se hizo con la viruela en 1977, y que hasta la fecha es una única enfermedad erradicada.
