Cataluña: seguir la pista del dinero

Los periodistas de investigación suelen decir que una de las prácticas más eficaces, para realizar su trabajo con éxito, es seguir la pista del dinero.

Sostienen que, por mucho que se trate de esconder, por muchos vericuetos que se utilicen en el movimiento, el dinero siempre deja rastro. Siempre. Y se acaba descubriendo dónde se encuentra, por qué camino ha llegado hasta allí, quién lo movió y quién lo entregó.

Esa sistemática resulta especialmente eficaz cuando se trata de investigaciones que tienen que ver con el mundo de las empresas, de los negocios, con la corrupción económica...

Si en el pasado se aconsejaba el famoso "Cherchez la femme", para dar con la clave de un asunto, de un embrollo, de algo confuso y escondido, ahora el principio adecuado sería "Cherchez l'argent": buscad el dinero.

Viene esto a cuento de las noticias de que los promotores del violento Tsunami Democratic en Cataluña utilizan para comunicarse, para transmitir consignas, para coordinar acciones en las calles, páginas webs radicadas fuera de España. Y que se sirven de plataformas de mensajería tipo Telegram.

Esos desplieguen requieren ser financiados. O lo que es lo mismo: alguien está pagando el soporte y la infraestructura técnica de los radicales que estos días han sembrado sangre y fuego en Cataluña. Aparte de otros gastos. ¿Quiénes son los que aportan el dinero? Una buena pregunta para los servicios policiales.

Además, algunos de los principales cabecillas de la revuelta independentista, con Puigdemont a la cabeza, tienen resuelta su vida gracias a donativos y aportaciones de amigos y simpatizantes. Y no es pequeño presupuesto.

El procés como tal ha sido costeado por unos cuantos empresarios catalanes, cuya identidad debería ser investigada y desvelada, para exigirles las responsabilidades correspondientes. Que son muchas. Y, con lo que ha pasado lo que sigue ocurriendo en Cataluña, no deberían irse de vacío.

Así que ahí va mi consejo, o mi sugerencia, a los investigadores de los servicios policiales y de seguridad: sigan la pista de los dineros.

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