José Apezarena

¡Disfruta, Pedro Sánchez!

El paseo de Biden y Sánchez en la OTAN

El domingo fue un día redondo para Pedro Sánchez, porque zanjó de un plumazo dos problemas delicados. Uno, la concentración en la Plaza de Colón contra los indultos; el otro, las primarias en el PSOE de Andalucía.

La manifestación madrileña se saldó, la verdad, sin demasiadas consecuencias para el Gobierno. Al menos visiblemente.

En cuanto a Andalucía, la víspera, Ferraz no las tenía todas consigo. No descartaba del todo la victoria de la lideresa en las primarias. Pero el resultado de las votaciones fue contundente y Susana Díaz es, aunque ella no se haya enterado, un cadáver político. Otro más en el recorrido vital de Pedro Sánchez.

Y al día siguiente, lunes, llegó la ansiada imagen del presidente del Gobierno con el mandamás del mundo, con Joe Biden. Veintiséis pasos caminando y veinte segundos a su lado ante las cámaras. Una escena vendida a tope por los servicios de propaganda de Moncloa.

Javier Aroca, compañero en las tertulias de Las Cosas Claras, sacó a colación esa misma mañana una conocida frase coloquial, atribuyendo a Pedro Sánchez aquello de que (con perdón) “tiene una flor en el culo”.

Así que Pedro Sánchez debería aprovechar este momento, ahora que parece que los vientos le van a favor. Porque en política los buenos ratos suelen ser los menos. Y todo acaba, más pronto que tarde. Que se lo pregunten a Mariano Rajoy.

Volviendo a la Plaza de Colón, si Sánchez cree que con la manifestación del domingo el tema indultos queda medio zanjado, comete un error.

Por si no se ha dado cuenta, estamos ante un asunto de gran calado, que no se va a saldar ni de cualquier manera, ni pronto, ni pacíficamente.

Que se lo digan a Guillermo Fernández Vara, quien ayer, entrevistado en Mérida por Carlos Herrera, en directo para la COPE, escuchó cómo sus paisanos le abucheaban cuando dejó ver una postura blanda sobre los indultos.

 

Son materia sensible para mucha gente. Para todos aquellos que temen que España se rompa (la rompan), que ven que se perdona a quienes no se han arrepentido de la intentona secesionista y que proclaman que lo volverán a intentar. Eso indigna mucho a muchos.

Y esos indignados son  bastantes más de los que acudieron a manifestarse en Madrid el domingo. Muchos más. También votantes socialistas, quienes, según las encuestas, en un 50% se pronuncian contra los indultos.

Porque este terremoto, el de los indultos, va a tener muchas réplicas. Que irán sacudiendo el país.

Una, el día que se anuncie su aprobación. Escándalo.

Otro, la salida de prisión de los condenados, que no será precisamente por la puerta de atrás. Escándalo en el país.

Uno más, los recibimientos que les van a rendir sus gentes. Nuevo escándalo.

Otro, cuando se les vea sentados en igualdad con el Gobierno en la mesa de negociación para decidir sobre Cataluña (y sobre España, por supuesto). Escándalo mayúsculo.

Y así seguiremos. Un goteo que irá desgastando a Pedro Sánchez.

La herida, en fin, no solamente no se ha cerrado, sino que va a seguir sangrando y sangrando. Insisto en que los indultos no son un asunto menor. Todo lo contrario.

Por eso me acojo a una frase del cantante Víctor Manuel: “Los indultos le van a costar muy caros a la izquierda”.

Yo concretaría más: a Pedro Sánchez.

Así que ahí va mi consejo: que disfrute mientras pueda. No va a durar mucho.

editor@elconfidencialdigital.com

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