Trucos y triquiñuelas en la sanidad

La sanidad de Madrid se ha puesto en huelga, con el argumento de oponerse a la privatización de hospitales, cuando en realidad lo que se quiere privatizar es la gestión. Tal es el verdadero plan de la Comunidad Autónoma, pero el mensaje que llega a la población es que se va a ‘entregar’ la sanidad a empresarios privados, y por tanto, se sobre entiende, a inicuos explotadores que solamente buscan ganar dinero a costa de un bien tan fundamental como es la salud.

Así, en nombre de sagradas palabras, como la defensa de la sanidad pública, y, por supuesto, la lucha por el bienestar de los ciudadanos, en ese conflicto se están mezclando demasiados intereses, de todo tipo: sindicales, políticos… Algunos, menos confesables. Como puede ser el miedo de no pocos sanitarios a que una gestión más profesional (privada) provoque consecuencias indeseadas para ellos.

Desde luego que en la sanidad española hay situaciones insostenibles, que es preciso perseguir y denunciar. Pero también es cierto que algunas podrían desaparecer con esa gestión privada. Una gestión que, en todo caso, se encontrará sometida al control y la vigilancia de las autoridades concernidas. Y, por supuesto, tal vez pondría coto a comportamientos abusivos, incomprensibles, injustos y, encima, más caros.

Lo que me cuentan es solamente una muestra, muy pequeña, seguramente insuficiente, pero a la vez relevante de algunos de esos abusos que hay que perseguir. La historia procede del hospital madrileño Ramón y Cajal, contada por personal que trabaja en ese centro médico.

Resulta que, hace 8 años, Esperanza Aguirre prometió en campaña establecer horas extras en los hospitales para acabar con las horas de espera en la cirugía. Unas horas extras que se pagarían bien. Cumplió la promesa y, desde entonces, en el Ramón y Cajal se ha ido operando cada vez menos por la mañana: las operaciones se han desplazado a la tarde, para hacerlo con remuneración extra.

Primero se practicaban 6 por la mañana y 2 tarde. Pasaron luego a 5 por la mañana y 3 por la tarde. Más tarde, a 4 y 4, y al final se hacían 6 operaciones por la tarde, por las que los médicos y resto de personal se forraban, y 2 por la mañana. En el hospital hay 3 quirófanos.

Ahora, con la crisis, les han quitado la remuneración extra y ya no operan por la tarde. Pero siguen practicándose 2 operaciones por la mañana, cuando podrían ser 6 perfectamente.

Como me lo relatan lo cuento. Y me parece una trapacería inasumible.

 
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