Gallardón está en plena forma

Tenía muchas ganas de ver cómo se desenvolvía Alberto Ruiz Gallardón en el debate a cinco, convocado por TVE.

El alcalde de Madrid me ha parecido siempre un 'pata negra' de la política, un gran gestor, ambicioso y capaz de pensar a lo grande. Admito mi preferencia por este tipo de administradores frente a los 'amarrateguis', incapaces de superar sus miedos para afrontar grandes proyectos.

La remodelación de la M-30 de Madrid, el desafío de las Olimpiadas y el propio cambio de sede del Ayuntamiento de Madrid al Palacio de Cibeles me parecieron en su día un acierto y me lo siguen pareciendo hoy.

Pero creo que donde mejor lucen las dotes políticas de Gallardón es en los debates. Frente a Trinidad Jiménez y Miguel Sebastián se manejó con soltura, inteligencia y brillantez, arrimando siempre el ascua a su sardina y convirtiendo los mandobles de sus rivales en oportunidades.

De ahí mi interés por comprobar en qué quedaba la orden de Rajoy de que representara al Partido Popular en el debate frente a PSOE, IU, CiU y PNV.

Visto lo visto, a mi juicio Gallardón sigue en plena forma.

Me gustó especialmente su tono: jamás perdió la compostura y trató a sus rivales con una delicadeza exquisita. Implacable en el fondo, suave en las formas.

Sagaz y agudo.

 
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