Cría cuervos…

No hace tanto tiempo, pero parece que han pasado siglos y es seguro que para todos corrían tiempos mejores.

Ahora hay un enfrentamiento, más que serio, que amenaza la situación del Partido Socialista en Madrid, ya de por sí comprometida.

Por mucho que Leire Pajín intente poner paños calientes, la realidad es que Rodríguez Zapatero se ha querido cargar de un plumazo a quién ha protagonizado los últimos tres años del PSOE en Madrid y a quién ha estado dando la cara ante Esperanza Aguirre. Y el interesado ha dicho claramente que no. El secretario general de los socialistas ha tenido que hacer la petición desde y en el palacio de La Moncloa y, en el mismo Palacio de la Moncloa, el político que él aupó e ‘inventó’, le ha dicho que no.

Una vez más Rodríguez Zapatero ha optado por los ‘paracaidistas’. Madrid le pone nervioso y le quita el sueño. No sabemos si tanto como la situación de los millones de parados, pero le quita el sueño. Y tanto como para abocarle a una crisis. Está claro que, aprovechará la marcha de Trinidad Jiménez del Gobierno, para hacer la crisis a la que se negaba pero que le venían pidiendo desde todos los ángulos de las filas socialistas.

No bajan calmadas las aguas en el partido. Las declaraciones de Peces Barba y de Matilde Fernández, pesos pesados cada uno en su estilo y con sus seguidores, no son cómodas para el líder ni para los corifeos de alrededor –corifeas en este caso, como Leire Pajín o Elena Valenciano- que se han apresurado a apuntalar las pretensiones de Rodríguez Zapatero de que Tomás Gómez le dejara las manos libres.

Son demasiados los flancos y las nalgas que el asunto Gómez le está dejando al aire al presidente.

Por un lado queda en evidencia su falta de autoridad y de liderazgo en ciertos sectores del partido y, aunque con distintos matices, se repite el caso Montilla. Queda en evidencia la herida nunca cerrada del PSOE madrileño. Queda en evidencia la carencia de un líder para ofrecer a los madrileños, afiliados, votantes o simpatizante. Queda en evidencia, la oposición a Esperanza Aguirre en la presente legislatura. Queda en evidencia el malestar de los ‘santones’ socialistas con Rodríguez Zapatero y queda en evidencia la necesidad urgente de una crisis de Gobierno.

Lo que está pasando tiene un recorrido mucho más largo que la simpleza de las encuestas que el PSOE maneja y en las que Trinidad Jiménez aventaja en expectativas de voto a Tomás Gómez. Eso será lo de menso, como será lo de menos el resultado de las primarias que, con todo el aparato de Ferraz en marcha, puede estar decidido de antemano.

Lo que está en juego es saber lo que el socialismo que nos gobierna puede ofrecer a los madrileños y, de momento, no parece mucho.

 
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