La Semana. Rajoy “se da” al cava, mientras al Gobierno le crecen los conflictos: la sonrisa de ZP es ya “carcajada intensa”

Al menos eso es lo que dice el Presidente del Gobierno, a quien los informes de FAES sobre el Estatuto de Cataluña le producen una "carcajada intensa". En algo mejoramos: de la mueca medio sonriente, hemos pasado a una carcajada abierta. Sincerote y abierto estuvo don Mariano Rajoy en su viaje a Cataluña donde confesó, paladinamente, que va "a consumir más cava que nunca". Conocíamos la afición de don Mariano por los cigarros puros y por el ciclismo, pero lo del cava es inédito. A no ser que las declaraciones del señor Cuiña diciendo que quiere refundar el Partido Popular gallego en clave “galleguista” mientras habla de pactos con los nacionalistas, le hayan llevado al líder del primer partido de la oposición a entregarse a los placeres de San Sadurní de Noia. Menos mal que el Cardenal Rouco Varela -gallego él- ha dejado las cosas en su sitio en una intervención ponderada y prudente pero clara y tajante en el Club Siglo XXI. Al principio de la semana nos enteramos de que Don José Luis Rodríguez Zapatero y el señor Carod Rovira habían comido de tapadillo- como hacía S.M el Rey Alfonso XII con el Marqués de Alcañices- casi a la misma hora en la que S.A.R el Príncipe de Asturias dejaba bien patente su compromiso como Heredero, con la Constitución y con la unidad de España. Han pasado cosas divertidas que pueden provocar -además de los informes de FAES- la carcajada del señor Rodríguez Zapatero. En -el BOE aparece la Diada de Cataluña como Fiesta Nacional y pocas horas después se rectifica. Y como rectificar es de sabios, la Ministra de la Vivienda ya no nos va a expropiar el piso. Un "flatus vocis" que se apresuró a desinflar don Pedro Solbes. Pues es un alivio, porque ya nos veíamos alquilando una habitación que tenemos vacía, eso sí con derecho a cocina. Y hablando del señor Solbes -que está en un continuo sobresalto- ahora se encuentra con que el señor Rajoy profetiza la desaparición del Ministerio de Hacienda por culpa del Estatuto de Cataluña. Eso sí que sería una expropiación en toda regla. El Partido Popular se rasca el bolsillo y se sube al carro de la farándula para ir por toda España haciendo campaña contra el “Estatut” -que ya ha dicho Don José Luis Carod Rovira que deberían prohibírselo y no sé yo si detenerlos y hasta quemarles el carromato. Pero eso sí, los populares -con el mismo entusiasmo- van a defender la butifarra, las anchoas de La Escala, el fuet, el pan con pernil y tomate y, por supuesto, el cava. Y es que lo cortés no quita lo valiente. ETAno quiere saber nada de treguas y no facilita las cosas a los negociadores, pero todo puede ser una toma de posiciones de cara a esa misma negociación aunque se tomen posiciones a base de bombas. Protestas continuas de los españoles que se aventuran a viajar al extranjero y tienen la fatalidad de toparse con alguna catástrofe natural. Ahí queremos ver a nuestros diplomáticos, pero no hay quien les pueda echar la vista encima y nos sentimos tan desamparados, por esos mundos de Dios, como el maestro Juanito Valderrama cuando iba de emigrante en sus películas. Como seguimos con conflictos laborales y al Gobierno le crecen los plantes -enanos o grandes- resulta que las estanterías de los supermercados han permanecido en ayunas o "in albis" que diría la ministra de Cultura. Ya hay pescado pero ahora son los agricultores los que amenazan, y los mineros y los trabajadores de los astilleros. Un país en "pie de huelga" a pesar de la "carcajada intensa". Una situación en la que se cabrea hasta don Alfredo Di Stéfano que ha puesto a caer de un burro a los galácticos. La ventaja que tiene el Real Madrid y que le puede dar tranquilidad para remontar la crisis es que no pertenece a ninguna corriente y que su presidente se dedica a las eléctricas y no a tocar las narices a los españoles con plataformas y actos catalanistas que obligan al Valencia Club de Fútbol a cambiar la indumentaria. Y es que el señor Laporta en su afán expansionista quiere llegar -dicen en la fuente de Canaletas- hasta el mismísimo despacho de Presidente de la Generalidad. Todo se andará. Y ahora que llega el "puente de todos los puentes", antes de Todos los Santos, nos llegan las cuentas de la Dirección General de Tráfico en relación al carné por puntos: cada conductor tendrá que depositar unos 320 euros para recuperar su permiso de conducir y el cómputo global se cifra en unos 12 millones de euros al año para las autoescuelas. Vamos que no sabe uno que es peor, si que la Ministra de la Vivienda le expropie el piso o que el Director General de Tráfico le quite el carné de conducir. En cualquier caso, la sonrisa permanente y la carcajada intensa del Presidente del Gobierno, están servidas.

 
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