Vamos a contar mentiras

Es lo que parece que se han propuesto señores como Rodríguez Zapatero o Conde Pumpido. Que el Presidente del Gobierno, diga en Navarra que se aplicará la Ley de Partidos en su letra y en su espíritu  y nos enteremos de lo que nos enteramos en relación con ANV, o que el Fiscal General del Estado afirme sin rubor que no descartamos ilegalizar a ANV después de las elecciones porque ahora no tenemos tiempo, suena a ganar tiempo, al “como sea” de hace unos meses, a tomadura de pelo y, en definitiva, a mentira.

El Gobierno ha decidido que “como sea” no quiere una bomba de la ETA y, sobre todo, no la quiere antes de las elecciones. Hay que llegar a los comicios con esa paz ficticia del trágala, de la claudicación, del mirar hacia otro lado ante la kale borroka o las extorsiones a empresarios. Se aguanta todo mientras se pone cara de “feroche” –la Vicepresidenta es una maestra en estos menesteres- y se dice al-to-y-cla-ro que se aplicará la Ley de Partidos. Mentira.

Cuentan el “sucedido de un guardia civil que llega a su casa completamente desnudo, sólo con el tricornio en su cabeza. Los hijos y la mujer le preguntan qué ha ocurrido y, tras un ligero forcejeo provocado por la vergüenza, explica el “número” que le han asaltado 50 o 60 delincuentes, que le han quitado todo y le han dejado como le ven. Padre –le dice uno de los hijos- ¿y el tricornio?..Es que hay que tener muchos c…..s para quitarle a tu padre el tricornio.

Algo muy parecido le está sucediendo a Rodríguez Zapatero y a sus corifeos del Partido Socialista, del Ministerio de Justicia o de la Fiscalía General del Estado. La ETA los está dejando políticamente hablando en pelota picada. A modo de tricornio, ya no les queda más que decir eso de la aplicación estricta de la Ley. El resto es pura ficción de cara a las elecciones. Si se lo creen –que no se lo creen- malo. Si no se lo creen, peor porque entonces es que intentan engañar a los ciudadanos con el tricornio de la legalidad puesto, pero completamente desnudos de argumentos para ocultar a los españoles la verdad de lo que está pasando. Habrá o no habrá pactos con los terroristas, habrá o no habrá negociaciones para que no atenten de forma demasiado grave. Estará o no estará Navarra encima de la mesa. Se intentará o no se intentará una coalición con los nacionalistas, pero lo evidente es que Rodríguez Zapatero no lleva puesto más que el tricornio.

La incógnita está en saber si después de las elecciones -y ya instalados los terroristas en autonomías y ayuntamientos- se van a quedar ahí y le van a “devolver la ropa” o si habrá una nueva escalada para llegar a las generales “sin bombas”. Si la jugada en las elecciones de 2007 les ha salido bien, no hay ninguna razón para que no la prorroguen a las urnas de 2008.

Y volveremos a escuchar al-to-y-cla-ro que-se-va-a-a-pli-car-la-Ley- de-par-ti-dos y que Navarra está bien dónde está y que, a lo mejor, no da tiempo a ilegalizar los partidos de los terroristas antes de las elecciones generales.

Pero eso sí, siempre con el tricornio puesto.

 
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