Como no podía ser de otra manera

Como no podía ser de otra manera (frase vacua e inane) que tanto gusta a nuestros políticos, las Naciones Unidas han emitido algo que no se sabe muy bien qué es atacando frontalmente a la Iglesia Católica por el caso de los curas pederastas.

Y no podía ser de otra manera a la vista de los ‘expertos’ que han protagonizado el bodrio y que tienen larga experiencia en las materias más diversas pero siempre en contra de los postulados de la ley natural.

Pocas instituciones han hablado más claramente sobre los desmanes, errores y hasta sobre las auténticas infamias cometidas por algunos de sus miembros como la Iglesia Católica. Se ha pedido perdón, se han reconocido los delitos, se ha denunciado a los protagonistas e incluso a los que les encubrieron, se han redactado informes de futuro para evitar que vuelvan a suceder atrocidades como las ocurridas y se han tomado medidas de carácter serio y urgente.

Sería muy de desear que otras entidades, instituciones, organizaciones y empresas, incluida la ONU, hicieran un ejercicio parecido en los asuntos de sus vergüenzas, que las tienen y en todos los terrenos, también en el que nos ocupa.

Pero como no podía ser de otra manera, el chivo expiatorio de los expertos –expertos ¿en qué?- ha sido, es y seguirá siendo la Iglesia Católica, a pesar de las explicaciones de las medidas tomadas, de la asunción de culpas y de la puesta en marcha de todo un proceso interno. Nada de eso se ha tenido en cuenta a la hora de echar los pies por alto y sacar la caja de los truenos. Caja y pies que tampoco estaría mal que los ‘expertos’ de las Naciones Unidas pusieran a contribución en tantas y tantas materias como tienen pendientes en el mundo entero y en las que apenas mueven un dedo, a pesar de lo bien que se vive en Nueva York.

 
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