Puente experto en detectar la toma de sustancias y descubrir la ingesta de alcohol

El líder del PSC y candidato del partido a la Presidencia de la Generalitat, Salvador Illa, interviene durante un acto del PSC, en el Palau de Congressos de Catalunya, a 18 de mayo de 2024, en Barcelona, Catalunya.

Una vez más Sánchez ha fallado en la asignación de carteras entre las personas que pensó que eran idóneas para sentarlas en esa mesa ovalada que hay en La Moncloa y en la que se hacen fotos sonrientes. Nombró sujetos y sujetas que duraron un suspiro o incompetentes e incompetentas declarados, tanto en el ala socialista como en la facción comunista. Pero lo de nombrar a Puente para la cosas de los ferrocarriles de cercanías y eso de los rodalies, es un error imperdonable, porque Puente, de lo que de verdad sabe, como demuestra cada día, es de sustancias y de alcohol.

En los tiempos de la pandemia, proliferaban los expertos. Verdad es que ninguno alcanzaba la categoría de Simón (el de Illa) pero había expertos en todo y para todo. Desde expertos en estornudos, hasta expertos en codos para recoger los virus; expertos en fumigar, en lavar manos o en le eficacia de las  mascarillas, hasta expertos en el modo de colocarse esas mascarillas en nariz y boca. Y ahora, están saliendo bastantes expertos en “colocar” mascarillas (“colocar” entre comillas) a presidentes autonómicos, organismos públicos y entidades varias, con o sin cartas de recomendación, con o sin llamadas telefónicas en clave.

Y esos expertos continúan en la vida común y el común (valga la redundancia) de los mortales tiene que seguir aguantando sus expertideces (tan parecido a estupideces) en las más variadas materias. Expertos en viajes espaciales, en galas para bodas, en arroces de campaña, en protocolo, en lenguaje corporal, en barbacoas de jardín, en calcetines para correr, en museos descolonizados, en aficionados taurinos sádicos y torturadores, en alimentación de perros y gatos, en plantillas ortopédicas y hasta en tiempo libre para compararse unos zapatos etc. etc. Y también expertos en adjudicarse y adjudicar obra pública y hasta repartir cargos, más o menos ponibles en un curriculum.

Y como no podía ser de otra manera (que diría un experto en frases cursis) tenía que haber un experto en la detección a distancia del consumo de sustancias (ya se sabe cuáles) y de alcohol.

Y ese experto es Puente el de los desastres ferroviarios y el del verbo fácil.

Una vez más Sánchez ha fallado en la asignación de carteras entre las personas que pensó que eran idóneas para sentarlas en esa mesa ovalada que hay en La Moncloa y en la que se hacen fotos sonrientes. Nombró sujetos y sujetas que duraron un suspiro y dimitieron o incompetentes e incompetentas declarados, tanto en el ala socialista como en la facción comunista. Pero lo de nombrar a Puente para la cosas de los ferrocarriles de cercanías y eso de los rodalies, es un error imperdonable, porque Puente de lo que de verdad sabe, como demuestra cada día, es de sustancias y de alcohol.

Y Puente, que lo mismo hace un roto diplomático que descose las relaciones entre partidos coaligados, es competente y expertísimo en detectar a distancia, incluso con el Atlántico por medio, las sustancias que toma o ha tomado el presidente de Argentina. Quizás por la distancia no pudo especificar la naturaleza de la sustancia ingerida, pero sí que la ingesta se había efectuado. Y aunque sin océano por medio, también especifica la naturaleza y hasta el número de los gintonics (ocho concretamente) que toma, diariamente, un determinado asesor del Partido Popular, del que -haciendo gala de la contención, prudencia verbal y esmerada educación que le adornan- Puente, no ha dado el nombre. Al menos de momento.

E incluso Puente, en plena demostración de conocimientos sustanciosos, con o sin alcohol, y en una reunión de ¡¡¡expertos en ferrocarriles!!! celebrada en Praga,  ha declarado que “el limón es algo ácido, pero que tiene más propiedades que el ibuprofeno”.

Un ejemplar servidor público, este Puente, un diamante en bruto. (Frase hecha que designa a alguien de gran valía potencial y cuyas cualidades aún no han salido a la luz)

 

La carcajada... Dice Illa en plena efervescencia guberenativa en Cataluña: “Sigo buscando un gobierno que esté por encima de los partidos y que fuera transversal y veo con buenos ojos colocar a gente que sobresale en su ámbito laboral”.

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