Mezquinos

No merecen otro calificativo los que han criticado a la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría por “ponerse sentimental” durante una rueda de prensa sobre viviendas sociales: mezquinos.

Vale que los políticos son un poco actores. Vale que no estamos para gimoteos sino para soluciones. Vale que, con la que está cayendo (corrupción, despilfarro, sinvergonzonería), los gobernantes tienen que ganarse de nuevo el afecto de los ciudadanos.

Pero de ahí a llamar mojigata a Soraya por el acto de este jueves... hay un trecho.

Basta ver el vídeo de su comparecencia para comprobar que la vicepresidenta tenía simplemente el día tierno. No hay más. Quizás se imaginó pasando por el trance de esas familias que han perdido la casa con un bebé a su cargo, ella que acaba de dar a luz. De sufrir un desahucio y perder el trabajo. Ese infierno.

Imagino también el orgullo de ser político –¡esta vez sí- y poder emplear, como en este caso, todos los resortes del Estado para presentar un instrumento capaz de aliviar un poquito tanto sufrimiento.

Supone ofrecer una "segunda oportunidad más que merecida" a todos los que arriesgaron por sus familias, dijo la vicepresidenta. Pero remarcó que “recoge algo que psicológicamente es más importante”: el “derecho a fracasar y a hacer una inversión equivocada, a perder un sueldo, pero no a haber perdido una vida”.

Me pareció sincera. Por eso llamo mezquinos a los que se han burlado de ella. Es una opinión.

Más en twitter: @javierfumero

 
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