Peces Barba en la palestra
Gregorio Peces Barba ha escrito, en El País, un artículo titulado “La laicidad, objetivo de la democracia en España”( 10-4-2011), de hondo contenido anticlerical y anticatólico. Dice que a los católicos “cuanto más se les consiente y se les soporta, peor responden”. ¿Ignora que la mayoría de los votantes socialistas son católicos y que a ellos les debe su salto al poder? Cuando dice que los católicos “sólo entienden del palo…”, ¿buscará provocar? Don Gregorio presume de cultura religiosa; pero no sabe que, para los católicos, no existe un “ sólido mecanismo ético de la salvación”, como él dice, sino que saben que la salvación eterna se alcanza acogiéndose a la Misericordia infinita de Dios y no a méritos personales. Al leer su artículo, he pedido, para usted, Sr. P. Barba, la gracia de su conversión, la misma que Dios otorgó a su correligionario don Manuel Azaña y a Voltaire, aquel famoso escritor blasfemo del siglo XVIII, que escribió, antes de morir: “Yo me he confesado con M. Gautier, saerdote, y, si Dios dispone de mí, muero en la santa religión católica en la que he nacido esperando de la misericordia divina que se dignará perdonar todas mis faltas, y que si he escandalizado a la Iglesia, pido perdón a Dios y a ella. Firmado: Voltaire el 2 de marzo de 1778" (Correspondance Littérairer, Philosophique et Critique, 1753-1793),
