59 Segundos de manipulación

Las manipulaciones más efectivas son aquellas que se apoyan en datos objetivos. No lo duden, cuando alguien utilice como principal argumento una cifra o un dato, pídanle aquellos que oculta. Una moneda nunca tiene una sola cara.

El programa de TVE 59 Segundos se encuentra en el ojo del huracán después de que el PP decidiera no acudir más a este pseudo-debate televisivo. Los populares acusan a Globomedia y a la cadena pública de manipulación por una selección sesgada de los temas. La productora ha salido a la defensa de su formato con una serie de datos “objetivos”: a lo largo de los 33 programas emitidos, han acudido 64 políticos de todos los partidos con representación en el Parlamento y 24 periodistas de diferentes medios de comunicación. No tengo ninguna duda de la veracidad de estas cifras, ¿pero creen ustedes que garantizan realmente la pluralidad?

Por ejemplo, recuerdo el programa del lunes 7 de marzo de 2005 en el que el centro del debate era el primer aniversario del 11-M. Acudió un representante de cada grupo parlamentario: PP, PSOE, IU, CIU, ERC, PNV, CHA y Grupo Mixto. En apariencia, no hay nada que objetar. Sin embargo, si revisamos el programa, comprobaremos que aquello no fue un debate, sino un auténtico linchamiento del Partido Popular. Es evidente que esta proporción de siete contra uno no se corresponde con la realidad política y social de nuestro país. Se escenificaba así la supuesta soledad y el aislamiento del PP otorgando el mismo peso a formaciones con muy diferente respaldo popular. La pretensión de máxima igualdad aniquilaba por completo un valor superior, el de justicia.

Son tan diversas las posibilidades de manipulación en un programa, que ni siquiera el mismo número de representantes en uno y otro bando garantiza la pluralidad. En 59 Segundos, existen “buenos” y “malos”. Esta impresión se construye gracias a instrumentos como los aplausos del público o la selección y enfoque de los temas.

Es posible “debatir” sobre un mismo asunto inclinando la balanza a favor o en contra de una de las posturas en función del enfoque adoptado. Voy a ejemplificarlo con otro caso extraído del programa de TVE. El 8 de noviembre de 2004 se debatió sobre política antiterrorista. En vez de discutirse las razones por las que el Gobierno socialista despenalizaba la convocatoria de referendos ilegales o abolía las medidas legales que asfixiaban económicamente a Batasuna, el objeto del debate fue que Aznar las aprobó abusando del rodillo de la mayoría absoluta. Se ocultaba así el verdadero motivo que justificaba que este asunto estuviese de actualidad: Zapatero aprobaba estas medias que flexibilizaban la política antiterrorista por la presión de sus socios independentistas, cuyo apoyo necesitaba para aprobar los Presupuestos Generales.

Recuerdo también otro momento en el que la presentadora, Mamen Mendizábal –que conducirá durante el periodo estival La ventana del verano en la cadena SER-, sacó a debate las divisiones internas en el Partido Popular. Justo en ese momento, Pedro J. Ramírez, con un gran sentido común, recondujo el debate. El director de El Mundo mostraba su sorpresa por el enfoque adoptado y dijo que lo verdaderamente preocupante no es que haya voces discrepantes dentro del PP, sino que haya posiciones tan distantes e incluso contrarias en el PSOE sobre cuestiones como el modelo de Estado y la política territorial, con el agravante de que es el partido en el poder.

La maquinaria mediática del Gobierno es especialista en levantar cortinas de humo y marcar los temas que “deben” preocupar a la sociedad española –fenómeno de la agenda setting-. En el programa del pasado lunes, primero en el que se ausentaba el PP, primero se habló de la manifestación de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) en contra de la política antiterrorista del Ejecutivo y, seguidamente, por enésima vez, del “Yak-42”, con la presencia de la representante de los afectados, Curra Ripollés.

La intención era bien sencilla: tras un tema que hace daño al Gobierno, hay que tratar otro que desangre aún más al Partido Popular, independientemente de que tenga actualidad o no, porque si no la tiene basta con inventar una excusa.

Menos de 59 segundos tardé en caer en la cuenta de que faltaba una persona importante, Francisco José Alcaraz, presidente de la AVT. Tras el éxito de la manifestación –retransmitida en directo sólo por Telemadrid-, ¿por qué no estaba presente en el programa?

 

La ausencia de los populares en el debate terminó de desequilibrar una balanza ya viciada, convirtiéndose en una auténtica orgía socialista. Para Eduardo Madina (PSOE) y periodistas como Carlos Carnicero (SER) y Enric Sopena (CNN+), el PP ha instrumentalizado a las víctimas de

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