Lo ‘básico’ de Revólver

Otros artistas me han hablado muy mal de él. Estoy acostumbrado. Salvado dignas excepciones, hay que reconocer que las guerritas adolescentes son la diversión número dos del músico. “Pues tu más”, “envidia cochina” y esas cosas. Siempre le quito bastante peso a todos estos cuentos chinos. Casi todos los artistas demuestran lo que realmente son en el trato personal. Las referencias lejanas casi siempre deforman su realidad. A pesar de todo y sin conocerlo, veo en Carlos Goñi a un músico que disfruta con lo que hace. Llegué a su música, como muchos de vosotros, a través de su ‘Básico 1’. Fue de las pocas veces que desperté del aburrido sueño musical de los 90 para admirar canciones originales, con estilo propio. Aquello sonaba a éxito comercial, como así fue. Aún hoy sigue considerándose el ‘Básico 1’ de Revólver como uno de los mejores directos de la música pop en castellano. Algo le sucedió al hombre de voz rasgada y pelo desaliñado a partir de ese disco. Sus siguientes composiciones se alejaron de la temática de las canciones de los años anteriores. Las letras bonitas y emotivas se subieron a la cuerda floja para hacer de mujer barbuda en el circo de la crítica social. Sin perder belleza, se subieron al carro de la música comprometida. Esa música que tanto respeto y tanto me aburre. Desde entonces, Goñi, se ha convertido en un tipo valiente, que dice lo que quiere, que denuncia con su música todo aquello que le atormenta de los años que vivimos. Sus discos, como decía, hacen difíciles maniobras: ceden terreno a las injusticias sociales y no pierden el norte de la música de amor y desamor. La que él sabe hacer y la que nunca falla. Uno escucha “Calle Mayor” y se conmueve a la misma velocidad que se aburre de la canción. “¿Acaso no podría denunciar algo así en un periódico?”, he llegado a pensar alguna vez. Uno escucha “Tu noche y la mía” y se conmueve una y mil veces si hace falta. Pasaran años y años y seguirá siendo un tema de actualidad. Sin embargo, todas esas canciones que pronto me habían cansado, se volvieron más brillantes que nunca con su ‘Básico 2’. Revólver volvía a recoger lo mejor de sus últimos discos en un álbum en directo acústico que dejó boquiabiertos a los críticos normales. Importante matiz, normales. Entre las pocas canciones de denuncia social que aún hoy me siguen emocionando se encuentra esa dedicada al horrible asesinato de Miguel Ángel Blanco, “Una lluvia violenta y salvaje”. Pero el disco, en su conjunto, nos muestra al mejor Carlos Goñi de su carrera desde el ‘Básico 1’. Tras la publicación de su segundo disco en directo, Revólver regresó a lo mismo de antes. Ese equilibrio en la temática de sus canciones que a muchos entusiasma y otros desespera. Sólo con ‘Sur’ consiguió la excepción, logrando uno de sus mejores discos de estudio. Estamos a pocos días de recibir su ‘Básico 3’. Solamente he escuchado el primer single, pero sé perfectamente que Revólver se volverá a convertir en el referente del pop rock español que fue a finales de los 90 y comienzos del siglo XXI. Lo fue por méritos propios y volverá a serlo, por justicia. Él sabe transformar sus canciones como nadie, para que en directo se vuelvan asombrosas y penetrantes. Además como en otras ocasiones, el artisa se ha rodeado de importantes colaboraciones. En este ‘Básico 3’ podremos escuchar también a Bunbury, Álvaro Urquijo y Mikel Erentxun colaborando con el grupo en algunos temas. Y es que así se escribe la historia de la música española. Es cierto que, como ya he dicho, Goñi a veces me aburre. Porque creo que hay una parte importante de su discografía en la que el artista desaprovecha sus capacidades. Pero hay grupos capaces de hacer cosas tan grandes que te obligan a que les perdones todo lo que no gusta de ellos. Al menos yo se lo perdono. Con cada ‘Básico’ se me pasa el enfado con Revólver y vuelvo a enamorarme de su música. Supongo que se llama talento.

 
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