Los franceses salen en defensa de su primera dama italiana
La visita ampliamente mediatizada de Carla Bruni a Italia con motivo de la reunión del G8, y su repentino interés por la suerte de la gente de los Abruzos, tres meses después del terremoto que asoló la región, han provocado que la prensa italiana saque la artillería pesada para acoger la presencia de Carla Bruni en su tierra patria.
Il Giornale le ha atribuido el título de “Lady Snob”, y se interesa especialmente por su bolso de cocodrilo a 30.000 euros. La prensa francesa recuerda que el propietario de este diario no es otro que el hermano de Silvio Berlusconi, y ya se sabe que Carla Bruni no le tiene mucho aprecio. Se tomó la molestia de reprenderle cuando Berlusconi, haciendo uso de ese humor primario que le caracteriza, definió a Obama como un hombre “joven, guapo y moreno”.
Pero también La Repubblica considera que Carla Bruni ha ninguneado al resto de primeras damas que pasaron el día en Roma. Y el Corriere Della Sera dice sarcástico que escuchando a Nicolas Sarkozy agradecer a Carla el rasgo humanitario que ha dado a su visita les ha hecho caer en la cuenta de que no estaban ante la cantante y modelo, sino ante Santa Carla.
En este lado de los Alpes, aseguran que Carla Bruni-Sarkozy quería una visita “discreta”. Pero tienen difícil defender su causa. Ya de por sí Carla Bruni despierta el interés donde vaya, sólo hace falta recordar su paso por Madrid a finales de abril, pero si encima no acepta el programa que el gobierno anfitrión ofrece a los consortes, si se planta en primera fila para escuchar la rueda de prensa que da su marido, acaparando toda la atención; si se pasea por L’Aquila diciendo que la reacción en el momento de la urgencia fue muy importante pero que “esa urgencia se está transformando en desesperación”... no puede luego escocerse de que la ridiculicen comparándola a una hermanita de la caridad con un bolso de 30.000 euros entre las manos.
