La vuelta del diplomático que gestionó la liberación de Manu Brabo deja a España sin representante en Trípoli, mientras envía de nuevo al ‘embajador’ ante los rebeldes

El diplomático Diego Ruiz Alonso, que viajó a Trípoli para negociar la liberación del fotógrafo Manu Brabo, detenido por las fuerzas de Gadafi, regresó a Madrid el pasado fin de semana tras haber cumplido su misión. Con ello, España ha vuelto a quedarse sin representante diplomático ante el régimen libio.

Cuando comenzaron los enfrentamientos con los rebeldes, el Gobierno decidió la retirada del embajador, Luis García Cerezo, y de los funcionarios españoles de la embajada, entre ellos el ‘número dos’, Diego Ruiz Alonso, quien tuvo que volver al poco tiempo para ocuparse de Manu Brabo.

Este diplomático, de 48 años, tiene experiencia de trabajar en lugares difíciles, ya que con anterioridad estuvo destinado en Belgrado y Sarajevo, en los años noventa, y después en Bagdad, en 2004.

Mientras España ha quedado sin representante ante Gadafi, ha vuelto a Bengasi José Riera, a quien el Gobierno encargó la misión especial de relacionarse con los rebeldes del Consejo Nacional de Transición (CNT). Riera ya estuvo allí y contactó con los dirigentes del CNT, pero había vuelto a Madrid durante un par de semanas.

 

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