No fueron 4, sino 50. Medio centenar de diputados del PSOE ‘desobedecieron’ al partido y asistieron a la manifestación de la huelga general
Ayer se conoció a través de la prensa que cuatro diputados socialistas habían asistido a la manifestación convocada por los sindicatos en Madrid con motivo de la huelga general. Pero no sólo este ‘póquer’ de fueron los que ‘desobedecieron’ las órdenes del partido. En la convocatoria había algunos más.
Es pública la asistencia a este acto sindical de Antonio Gutiérrez, Manuel de la Rocha, José Antonio Pérez Tapias y Juan Antonio Barrio de Penagos. Pero, según ha podido saber El Confidencial Digital, en él también estuvieron alrededor de cincuenta diputados del PSOE.
Se trata de parlamentarios de diversas provincias españolas, la mayoría de ellos, de segunda fila y que mantienen una relación no muy cercana con el presidente del Gobierno. Había también algunos destacados miembros de comisiones parlamentarias.
En su mayoría, no obstante, se trataba de diputados que no viven habitualmente en Madrid pero que, por razones de trabajo, fijan su residencia en las cercanías del Congreso para acudir a los plenos y comisiones. Así aprovecharon para acudir a los actos que se habían convocado en el centro de la capital.
Según las fuentes consultadas por ECD, la amplia mayoría de ellos no ha dado a conocer en el grupo parlamentario que acudió a estos actos. Fueron, se puede decir, de ‘incógnitos’, aunque cualquier persona presente en la manifestación pudo reconocerlos.
Alrededor de 120 diputados socialistas, de los 169 en total, poseen el carnet de la UGT y muchos de ellos ya se han mostrado a favor de las reivindicaciones de los sindicatos. Es el caso de Manuel de la Rocha, militante de la central dirigida por Cándido Méndez, que se ha asegurado compartir y apoyar las razones de los sindicatos. O el del ‘rebelde’ Antonio Gutiérrez. Zapatero, por cierto, también conserva su carnet de la UGT.
Salvo Gutiérrez, el día de la huelga, el miércoles, ningún parlamentario socialista secundó el paro general.
“La disciplina está por encima de todo”, aseguran las fuentes consultadas por este confidencial.
