Falacias y vaciedades

Son los dos polos entre los que se mueve la mayor parte de la política española. Una continua catarata de declaraciones de los políticos. Da la impresión de que en sus ámbitos de influencia no existieran si no salen a los medios de comunicación a ser entrevistados, a una rueda de prensa o, simplemente, a hacer algún tipo de declaración.

De una parte se afanan por tergiversar la realidad y por arrimar el ascua a su sardina. Hablan de lo que les interesa y desde la vertiente que les interesa. De otra, esa misma verborrea de la que hacen gala, les sumerge sin remedio en un mar de vaciedades.

Los viernes de la vicepresidenta Fernández de la Vega cuando comparece ante los medios, en su calidad de portavoz del Gobierno, tras la reunión del Consejo de Ministros, son un ejemplo patente de las anteriores afirmaciones.

La falacia de esta semana tenía su origen en los sucesos del Centro Nacional de Inteligencia. Decía Fernández de la Vega para justificar el cambio en la cúpula de los espías: ‘no era responsable, ni bueno para nadie, que se estuviera cuestionando al Centro Nacional de Inteligencia’. Evidentemente falaz. En ningún momento ha estado en cuestión el CNI ni sus trabajadores, sean quienes sean y hagan el trabajo que hagan. Lo que se cuestionaba era la actuación, relacionada con asuntos particulares, de sus máximos responsables.

Continúa la portavoz del Ejecutivo y dice que Alberto Saiz fue ratificado en sbril porque el Ejecutivo ‘siempre apoya a los mejores’. Aquí se mezcla la falacia con la vaciedad. No se dice nada y, además, se deja en evidencia toda una actuación gubernamental en un organismo tan sensible.

Y, ya en el capítulo de vaciedades, Fernández de la Vega se supera a sí misma cuando alude al nuevo Director del CNI.: ‘el director tomará las decisiones que considere oportunas para garantizar la normalidad’. ¿Se imaginan que hubiera dicho, por ejemplo: el Director tomará las decisiones inoportunas para garantizar la anormalidad?

Y, en otro momento, recalca que el Gobierno ‘sólo busca hacer las cosas lo mejor posible’. Vuelvan a imaginar que un día se ‘le va la olla’ y nos dice que el Gobierno sólo busca hacer las cosas lo peor posible.

Claro que en todos los partidos, todos los políticos, se dedican a cocer habas. Javier Arenas afirma muy serio que se ha acabado con la ETA y María Dolores de Cospedal, al ser preguntada por el asunto Bárcenas, dice muy circunspecta que ‘el partido tomará la decisión que corresponda en el momento en que sea conveniente’.

Y así un día tras otro. Uno no sabe si reírse de las falacias y enfadarse por las vaciedades o enfadarse por las falacias y reírse por las vaciedades. O viceversa.

 
Comentarios