Por la boca… Bárcenas: tres interrogantes

Luis Bárcenas está en Soto del Real. El juez, para haberlo encarcelado y sin fianza, debe de tener las cosas claras. Incluso en el auto se habla de posibilidad de fuga y de una hipotética destrucción de pruebas. Hasta ahí las cosas están funcionando por los cauces que pueden considerarse normales.

También es normal la reacción del Partido Popular y de sus dirigentes, al menos de puertas para afuera. De puertas para dentro, se supone que habrá alguna que otra situación más o menos preocupada, pero lo cierto es que el hermetismo es de lo más completo que se ha dado nunca en los aledaños de Génova.

La opinión pública -y más en un caso tan sensible- no se queda demasiado satisfecha con la cantinela del respeto a las decisiones judiciales; se pregunta y, de momento, no hay demasiadas respuestas.

Se pueden hacer tres interrogantes que son claves, que están en la raíz del asunto, que están en la calle y a los que nadie da respuesta.

En primer lugar seguimos sin saber de dónde ha salido una cantidad de dinero tan inusual. Son demasiados millones para amasarlos desde un despacho de un partido político o desde un despacho particular, por mucho que se entienda de bolsa y de negocios.

En segundo lugar hay que averiguar qué tienen que ver esos millones de euros con el Partido Popular. Pueden ser de donaciones perfectamente legales o venir de otras procedencias igualmente plausibles, pero convendría saberlo y saber si esos dineros supuestamente pertenecientes a un partido han ido a parar al bolsillo o a las cuentas de un particular y por qué medios.

Y en tercer lugar la opinión pública quiere saber, en líneas generales, qué responsabilidades políticas pudieran derivarse de todo el caso Bárcenas y hasta qué consecuencias electorales tendría en su momento.

Son tres interrogantes que, sin ser los únicos, sí pueden ser claves a la hora de que los ciudadanos saquen consecuencias de algo que tanto cualitativa como cuantitativamente ha conmocionado a la opinión pública.

 
Comentarios