Los planes de Isidro Fainé para poner en marcha Caixabank dependerán de la crisis de deuda de abril: admite que está interesado en comprar otras cajas
La Caixa operará como banco a partir de agosto a través de Caixabank. Esta es, al menos, la intención de su presidente, Isidro Fainé. Su principal objetivo para los próximos seis meses es la bancarización de la caja de ahorros. Sin embargo, en la entidad no ocultan su preocupación ante la crisis de deuda anunciada para esta primavera. Esta inestabilidad podría retrasar la operación varias semanas.
La conversión en banco viene forzada por las nuevas exigencias de capital que anunció hace dos semanas la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía, Elena Salgado, con el fin de elevar la solvencia del sistema financiero español y de disipar la desconfianza de los mercados.
Fuentes próximas a La Caixa, a las que ha tenido acceso El Confidencial Digital, confirman que el presidente Isidro Fainé, y el consejero delegado, Juan María Nin, se han marcado la fecha del mes de agosto como límite para tener completado el proceso.
De esta manera, la tercera entidad bancaria del país llegaría a tiempo para cumplir el calendario establecido por el Ejecutivo, que ha instado a las entidades financieras a que se recapitalicen antes de septiembre.
No obstante, en la zona noble de La Caixa se maneja un dato con preocupación: la crisis de deuda en la que España puede verse inmersa el próximo mes de abril puede alterar considerablemente la hoja de ruta sobre la que trabajan ahora mismo los máximos responsables de la entidad.
A pesar de que España está llevando a cabo un amplio programa de reformas mediante la reestructuración de las cajas de ahorros, aplicando nuevas medidas fiscales y acelerando la reforma de las pensiones y del mercado laboral, la amenaza de una crisis de deuda en los próximos meses sigue latente.
España tendrá que refinanciar unos 130.000 millones de euros en bonos esta primavera, lo que podría potencialmente desencadenar una nueva crisis entre los países de la zona euro. Un desajuste que se tiene muy presente dentro los planes de conversión en banco de La Caixa por cómo pudiera afectar a la operación.
Pero los planes de Isidro Fainé no terminan ahí. Fuentes cercanas a la entidad comentan el presidente concentra ahora todos sus esfuerzos en cumplir los plazos marcados para sacar adelante Caixabank.
Sin embargo, tras el proceso de conversión en banco, La Caixa no va a renunciar a seguir creciendo. Según las fuentes consultadas, Fainé quiere seguir aumentando el tamaño de la entidad a través de la compra de alguna caja que pueda surgir durante la reestructuración profunda que se va a producir en el sector en los próximos meses.
