Las verdades de Miguel Martín (presidente de AEB): “Estamos igual o peor que hace un año”. “España no debe esperar nada de sus socios europeos”. “Bankia ha de ser liquidada”

(Santander. Miguel Cifuentes). Miguel Martín, presidente de la patronal bancaria, comparece una vez al año en la UIMP, en el seminario de la APIE, y entonces la arma. Lo ha hecho de nuevo este año, diciendo que se han perdido doce meses en la solución de los problemas del sector financiero, o que la Bankia fallida debe ser liquidada.

El patrón de los banqueros no se ha andado con paños calientes. Hace un año dijo lo que había que hacer: ir por derecho a sanear las cajas, porque el problema eran las cajas, no los bancos.

Ahora, un año después, estamos lo mismo o peor: el problema sin resolver. Bankia intervenida, y tres entidades más intervenidas y pendientes de vender o liquidar; bancos y cajas contaminados; más decretos, más provisiones, más saneamientos; una crisis colosal de deuda soberana, el país en recesión, y un problema de competitividad de pronóstico reservado.

Por supuesto, ha hecho una defensa cerrada de los bancos, diciendo que no son culpables de la crisis, y ha rechazado cualquier rescate: “En 2008 dijimos que no queríamos dinero público. Ahora, tampoco”.

Crítica a las auditorías externas

Miguel Martín ha formulado una crítica contundente a las auditorías externas a la banca, “que ni hacían ni hacen falta. Nos las han impuesto por credibilidad, cuando nosotros, el Banco de España, sabemos mejor que nadie lo que tenemos”.

No se ha mordido la lengua al hablar de Europa. Debe hacer, de una vez, lo que debió abordar hace tiempo: reforzar la gobernanza del euro, una supervisión única, una unión bancaria y fiscal. En medio de la niebla, España no debe esperar nada de sus socios europeos: “No nos regalarán ni un duro”. Debe salvarse a sí misma

Lo que no se hizo hace un año, ahora es más urgente y difícil. Vamos a tener “una ayuda financiera en buenas condiciones, para sanear el sistema financiero, pero no regalarán ni un duro”. España se tiene que poner las pilas, porque la tarea es reflotar nuestra economía. Un camino duro y difícil.

El euro español, sobrevalorado

El problema es –ha dicho- que han aflorado los euros a valor real según los países. Han aflorado todas las diferencias, por países y economías.

 

El euro español está sobrevaluado, para nuestra desgracia, y el euro alemán devaluado, para su beneficio. Han estallado los desequilibrios de balanza de pagos, y España solo sale de ésta crisis devaluando sus costes (precios y salarios).

Tenemos una Europa con superávit, Alemania, Holanda, países nórdicos; y un Sur, España especialmente, con un déficit por cuenta corriente muy fuerte. Los países con superávit y ahorro deberían incentivar su consumo. Está por ver que lo haga Alemania, y los países con déficit debemos ir por el camino duro de la austeridad, cuentas públicas sanas y competitividad.

O recuperamos la competitividad, por devaluación interna (rebaja de salarios y costes), o no salimos de ésta. Nos esperan 10 años de rebajar costes. Tenemos 5 ó 10 años difíciles para recuperar el sitio perdido en el mercado europeo y mundial.

Bankia

Martin se ha visto traicionado a sí mismo, en la dureza de sus palabras, al hablar de Bankia. Ha sugerido que ni debió salir a bolsa ni crearse, y ha dicho textualmente: el dinero que nos den “debe emplearse para deshacer Bankia”.

Al minuto se ha desdicho, para matizar: “Me refiero a la Bankia fallida e insolvente. Deshacer esa Bankia, y con el dinero que se reciba (europeo) hacer una Bankia sólida y solvente”. Y ha insistido en que deben exigirse responsabilidades a los gestores de las entidades con problemas.

En el asunto de las preferentes y deuda subordinada colocada a los clientes de cajas como si fuera renta fija, cuando era deuda o capital, se ha salido por la tangente, aunque ha reconocido la responsabilidad de las entidades emisoras, y sugerido una solución social: que se les devuelva el dinero (¿público?).

Para diez años

Miguel Martín ha pintado un panorama de sangre sudor y lágrimas en España para 10 años. Pero lo que le tiene irritado es la pérdida de tiempo en afrontar los problemas económicos y financieros de España, con un coste onerosísimo. “Es fácil resolverlo, pero hace falta determinación”.

En un aparte ha reconocido que “todo se ha vuelto confuso y difícil, cuando el diagnóstico y lo que hay que hacer es claro y si se apura… hasta fácil”.

Video del día

Feijóo confirma a Dolors Monserrat, que repetirá como
candidata del Partido Popular a las elecciones europeas
Comentarios