La habilidad de SAS: es la dueña de Spanair, pero ha quedado fuera de la polémica por el accidente de Barajas
En ámbitos cualificados del mundo aeronáutico se detecta cierta sorpresa ante la evidencia de que la compañía aérea SAS, dueña de Spanair, está quedando al margen de la polémica por el accidente de Barajas, en el que murieron 154 personas.
Le llega a El Chivato el comentario de que la nórdica Scandinavian Airlines ha tenido la habilidad de estar fuera de la polémica sobre si el vuelo JK5022 estuvo bien o mal operado, o sobre el estado de los aviones, el mantenimiento, o las supuestas presiones a los pilotos, cuando su control sobre Spanair es completo.
Aparte de las primeras horas, después, ni en la prensa española, ni, por supuesto, en la prensa internacional, el nombre de SAS aparece ligado a la tragedia aérea del día 20.
A esa situación ha ayudado también la intensidad con que el Gobierno español, desde el instante inicial, dirigió sus acusaciones directamente a Spanair, con los comentarios de Rodríguez Zapatero diciendo que estaba enfadado, con las intencionadas revelaciones de Magdalena Álvarez y, ayer, la arremetida de Rubalcaba sobre decir “la verdad a medias”. Spanair se ha convertido en el pim-pam-pum, mientras SAS se salva.
