Al supuesto agresor de un futbolista de 15 años, que sacó un martillo de su mochila y golpeó a un rival al término de un partido: el deporte tiene que unir

Sucedió en Málaga este fin de semana. Un jugador de la escuela de fútbol Francisco Castejón de Vélez-Málaga recibió un martillazo en la cabeza propinado por un jugador rival al término del partido de Preferente cadete que enfrentó a su equipo con el de la Unión Deportiva La Mosca. Testigos presenciales explicaron que, cuando los jugadores del Vélez acabaron de ducharse y salieron del vestuario, se encontraron con dos futbolistas rivales que estaban esperándoles “y uno de ellos abrió su mochila, sacó un martillo, y sin mediar palabra, empezó a golpear por la espalda” a un contrario. El presunto agresor fue retenido por directivos locales y, más tarde, trasladado a comisaría. Afortunadamente, la víctima fue atendida en el hospital y dada de alta por la tarde. Actitudes como ésta desvirtúan el fin último del deporte: tiene que servir para unir. Nunca tiene que ser un motivo para agredir al rival de esta forma. Guindilla a este supuesto agresor.