La ‘traición’ de Juan Luis Cebrián a Zapatero. Rogó al presidente que recibiera en secreto a los inversores de Liberty para salvar a Prisa, los recibió, y ahora El País y la SER le atacan sin piedad
La hostilidad de El País y la SER contra Zapatero, sobre todo de un tiempo a esta parte, duele especialmente en La Moncloa por un dato que muy pocos conocen, incluso dentro de Prisa: a ruegos de Juan Luis Cebrián, el presidente accedió a recibir en Moncloa a los inversores de Liberty para así ‘salvar’ al grupo.
Según han confirmado a El Confidencial Digital fuentes cercanas al jefe del Gobierno, el encuentro se celebró hace cuatro meses, en los momentos en que la compañía fundada por Jesús Polanco se encontraba cerrando a contrarreloj el acuerdo que les iba a permitir salvarse de la bancarrota.
La deuda de la sociedad era de 4.686 millones de euros, una cifra insostenible. La entrada de los socios de Liberty Acquisition Holdings Corp. suponía ingresar, de entrada, unos 650 millones de euros, esenciales para refinanciar la deuda hasta 2013. Sin ellos, la compañía habría quebrado a final de año.
En pleno proceso de negociación con los norteamericanos, Juan Luis Cebrián llamó a La Moncloa para solicitar que el presidente del Gobierno recibiera a Nicolas Berggruen, Martin E. Franklin y la plana mayor de Liberty al completo. Según cuenta desde el entorno de Zapatero, Cebrián explicó que necesitaba ‘vender’ la compañía (cantar sus ‘excelencias’) ante los futuros inversores.
Moncloa mostró su disponibilidad a organizar esa reunión y el consejero delegado de Prisa insistió: necesitaba que el presidente enfatizara que sus relaciones con el Ejecutivo eran “magníficas”, que se trataba de un grupo mediático solvente, puntero, de primer nivel, relevante en España y Latinoamérica…
Juan Luis Cebrián argumentó que se trataba de una operación esencial para la empresa y que necesitaba ese gesto de apoyo gubernamental expreso.
El encuentro se produjo, efectivamente. Se celebró en La Moncloa y, por deseo expreso de ambas partes, se acordó darle un carácter reservado y secreto. Tan es así que, según ha podido constatar ECD, importantes directivos del Grupo Prisa desconocen que ese encuentro ha tenido lugar.
En el entorno presidencial hubo algunos que se extrañaron de la decisión de recibir a los norteamericanos. Se recordó que Cebrián había atacado duramente a Zapatero ya durante su etapa como secretario general del PSOE: entonces, Prisa consideraba negativa su excesiva contemporización con el Gobierno Aznar. Y, cuando se convirtió en presidente, Cebrián montó campañas contra Zapatero por no haber atendido su petición de conseguir un segundo canal de televisión en abierto, que fue a parar a laSexta.
Por contraste, ahora Prisa solicitaba un favor y el presidente se lo hacía. La tesis que se manejó entonces fue que Zapatero quería ser fiel y leal con las empresas españolas, fueran del signo que fueran. Según esa explicación, si puede apoyar, lo hace, al margen de su buena o mala relación con Moncloa.
De todas formas, y después del gesto de recibir a los enviados de Liberty, Zapatero no entiende ahora la posición de abierta y total hostilidad hacia él que demuestran El País y la SER, para, tal como se contó en ECD (enlazar noticias del 13 de enero) favorecer a Rubalcaba.
