Shangrilá, un restaurante especializado en auténticos dimsum y comida “de la abuela”, en la zona más navideña de Madrid

• Disfruta del espíritu navideño y festivo de Gran Vía, el mercadillo de Plaza de España, el abeto gigante….  Y luego repón fuerzas en Shangrilá a cualquier hora.
• Este restaurante hace un repaso en su carta por la cocina tradicional china “tal como hacían sus abuelas”, poniendo el foco en estas pequeñas empanadillas al vapor, junto con salteados tradicionales, tallarines caseros y platos picantes, todo a un precio llamativamente asequible.

Shangrilá se suma al espíritu navideño del centro de Madrid ofreciendo una parada de lo más tentadora, tanto por su exótica oferta culinaria como por su irresistible relación calidad-precio. En estos días previos a la Navidad el centro de Madrid se llena de familias y amigos que quieren disfrutar del ambiente más turístico del año, tanto para comprar regalos como para conocer propuestas gastronómicas diferentes a las habituales. Shangrilá Dimsum Bar es un comedor especializado en estas pequeñas empanadillas al vapor, rellenas de verduras, gambas o carne de cerdo y ternera, tan tradicionales de la cocina china que son el bocado más divertido, rápido de degustar y económico para disfrutar de este ambiente.

Un plan fantástico para reponer fuerzas después de una jornada de compras o de disfrutar del ambiente navideño en Gran Vía, el mercadillo de Plaza de España… porque Shangrilá está a dos pasos: calle Leganitos, al lado de Gran Vía, donde la población asiática tiene negocios para sus compatriotas. Como muestra, la carta está escrita en japonés, chino y coreano. Y también, claro, en español y en inglés.

Shangrilá se ubica en el mismo espacio que el primer restaurante chino que abrió en Madrid en 1963 y de idéntico nombre -aunque ha pasado por otras vidas- y que sus actuales propietarios han querido recuperar. En su momento, tres jóvenes cocineros chinos de Hong Kong llegaron a Madrid y meses después entraron a trabajar en el primer restaurante de este tipo de comida en la capital, un espacio que venía a sacudir el panorama gastronómico de la ciudad. El concepto era de lo más exótico que se podía concebir en aquellos tiempos. Los misterios del lejano país se revelaban a través de la decoración, el personal y, sobre todo, las especialidades del establecimiento.

Ahora este nuevo Shangrilá ofrece una cocina genuinamente china, con recetas caseras traídas directamente de ese país, a las que se les da un toque personal. Por ejemplo, los tallarines chinos con salsa de la casa es una de las recetas que hace la abuela de uno de los propietarios, al igual que la sopa de tallarines caseros o el dim sum triangular de fécula de patata relleno de carne. Todos, platos de la región de Qingtian, famosa por sus campos de arroz con peces.

Aparte de los dimsum (que también sirven en formato sopa), la carta ofrece una gran variedad de salteados: de pollo, ternera, gambas, todos con verduras del país, como loto, espárragos, col y berenjena chinas…; sopas y tallarines en multitud de variantes, Además de unas exquisitas costillas de cerdo y pato asado. En el apartado picante, destacan las sartenes de pollo, ternera, gambas o calamares con verduras y la casquería se hace presente en callos de ternera o cerdo salteados con puerro.