24 J - Operación “Bárbara roja” (Romeo Eco Tango 78)

Frecuentemente en el Ejército se desarrollan maniobras que se denominan mediante “alias” para  que los intervinientes los identifiquen con facilidad.

De la semejanza que la toma del poder tiene con el asalto a una posición, y a la ofensiva en general, salió el título de este artículo. En el punto de mira, dentro de un ejercicio de "política ficción", algunas actividades que dan soporte a un supuesto probable. Pero sabiendo que, muchas veces, la realidad supera la ficción.

Las acciones preparatorias del atacante, sus actitudes inusuales, movimientos inesperados o sospechosos, la ocupación de posiciones de ventaja, la acumulación de medios y municiones, etc. delatan su intención. Igualmente, en el teatro de operaciones político pueden observarse desplazamientos imprevistos, manifestaciones llamativas o silencios extraños, un incremento de apoyos sorpresivo, reiteración machacona de consignas, etc., que indican la inminencia del ataque, convenientemente preparado mediante un severo desgaste previo del oponente.
Así, por ejemplo, el rechazo al “populismo” por parte de los Partidos grandes.

Desliza la idea de ser una realidad que les es ajena, cuando tantas veces son ellos quienes recurren, con más frecuencia y mayores medios, a lo que dicen detestar.

O el reproche a los Partidos pequeños sobre su “chantaje” a los Partidos con mayorías insuficientes. Un claro intento de ocultar que tal chantaje no es culpa del minoritario, sino del egoísmo y afán de poder de los mayoritarios. Artero uso de fuegos de artificio antes de los comicios. Mientras, aprovechando la distracción, tratan de continuar su avance hasta lograr su extinción o, al menos, su reducción a simples elementos testimoniales e intrascendentes del panorama político.

Este desprecio a las diferencias desenmascara su afán uniformador, negando que la diversidad es consustancial con la condición humana y, consiguientemente, con la vida en sociedad. La paz social no se logra eliminando al diferente; tampoco sometiéndose a sus demandas; ni siquiera por concesiones graciables de la mayoría. Se forja en libertad y en el respeto a la Norma que regula la convivencia.

Por otra parte, en una estratégica convergencia de esfuerzos, los mayoritarios hacen elogio del bipartidismo. Y ponen como espejo al cual mirarse a los países con democracias más veteranas y asentadas, cuyo modelo debiéramos copiar.

Sin embargo, curiosamente, se olvidan de un “pequeño detalle”: que, en tales lugares, los ciudadanos no han “delegado” la elección de sus representantes en el líder del Partido, como ocurre en España, sino que los eligen directa y nominalmente.

Si todo esto se acompaña con el envío de mensajeros de gesto condescendiente, portando banderas de consenso y amabilidad a unas líneas agotadas por la bronca y deseosas de tregua, puede adivinarse fácilmente quien gana y quien pierde: si la ciudadanía o los del “si quiere lo arreglamos entre Vd y yo ahora mismo”, como propuso Feijóo a Sánchez en su debate televisivo.

La jugada sería “bárbara”, consumando el pirateo de la soberanía popular por mucho tiempo, con su aquiescencia y el loable pretexto de Recuperar el Espíritu de la Transición.

24 J: Día D, inicio de la “Operación “Bárbara roja”, Romeo – Eco - Tango 78”.